Industria y gasistas reclaman fondos a Ribera para 'ahogar' hasta 40 millones de toneladas de CO2 al año a 800 metros de profundidad

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EFE
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CO2 emitido por la industria inyectado en rocas porosas sumergidas en el mar u otras superficies acuáticas a más de 800 metros de profundidad, donde podrá permanecer durante un milenio, desaparecidas de la atmósfera y sin contribuir al calentamiento global que provoca el cambio climático. Este método de captura de emisiones, que desde que el mundo es mundo ha funcionado de manera natural, es el que quiere aplicar la industria española para eliminar unos 40 millones de toneladas de CO2 al año de emisiones difícilmente evitables, mediante una tecnología que todavía es necesario desarrollar y para lo que reclama al Gobierno un programa de ayudas como el que existe en la mayoría de países de la UE.

Industrias del acero como Arcelor Mittal, mineras como Magna, cementeras como Cemex, químicas como Dow, así como Enagás o las energéticas Repsol y Naturgy forman parte de una las empresas asociadas a la plataforma tecnológica PTECO2, para impulsar que en España  financie la investigación y se impulse desde el Gobierno el avance en tecnologías para capturar, transportar y almacenar el CO2 que emiten la industrias y que son "de difícil abatimiento", que no se pueden evitar aunque en los procesos de producción se empleen energías renovables. 

Para ello, proponen una tecnología que siempre ha estado en la naturaleza para capturar las emisiones de CO2, que consiste en inyectarlo en formaciones geológicas profundas, a más de 800 metros, donde es posible aislarlo durante más de 1.000 años. "Es un proceso razonablemente sencillo. Comprimimos el CO2 hasta volverlo líquido y buscamos una roca porosa, como una esponja, que esté a mil, dos mil metros de profundidad, normalmente en agua salada", explica el presidente de PTECO2, Pedro Mora. Es en la sal de esas rocas donde se disuelve el CO2 licuado y es capaz de mantenerse " a lo largo de miles de años", añade, sobre una tecnología que además de estar desde siempre en la naturaleza es utilizada por la industria petrolera y del gas y que ahora empieza a aplicarse al sector industrial, que, a la espera de energías renovables como el hidrógeno verde, sigue necesitando combustibles fósiles para llevar a cabo procesos industriales que requieren elevadas temperaturas que difícilmente da la electricidad. 

Esquema de un proyecto de almacenamiento salino con las alturas de los edificios más conocidos como referencia.
Esquema de un proyecto de almacenamiento salino con las alturas de los edificios más conocidos como referencia.
Agencia de Protección Ambiental de EEUU

Esta manera de almacenar el CO2 sería el tercer y último paso de las llamadas tecnologías CAUC, que incluye la captura de estas emisiones, mediante su separación del resto de gases originados en los procesos industriales, y su transporte mediante tuberías, barcos o ferrocarril hasta las "ubicaciones idóneas" para inocularlas bajo el mar durante miles de años.

Planes en Europa y EEUU

De manera alternativa a los sumideros naturales y a pesar de que en muchos casos todavía en proceso de desarrollos, las tecnologías de captura de CO2 son contempladas ya como una manera de luchar contra el calentamiento global mediante la retirada de emisiones a la atmósfera. Así se contempla en Estados Unidos y en la UE, donde la Comisión Europea basa en buena medida en estas técnicas para que los Veintisiete consigan reducir un 90% de sus emisiones en 2040, como paso previo a la neutralidad en carbono en 2050. De la misma manera, el camino de salida que la última Cumbre del Clima, la COP28 de Dubái, marcó a los combustibles fósiles terminó teniendo en cuenta tras arduos debates las emisiones que no puedan abatirse, mediante estas tecnologías de captura.

Según la Comisión Europea, en 2040 las tecnologías para capturar CO2 deberían poder retirar de la atmósfera del orden de 280 millones de toneladas en la UE en 2040. Según la PTECO2, España debería poder eliminar unos 40 millones de toneladas al año y para eso PTECO2  defiende unas técnicas que en muchos casos siguen desarrollándose -unos 400 proyectos en todo el mundo- pero en otros ya son una realidad, en 40 en concreto. 

Organizaciones ecologistas advierten desde hace años de la falta de madurez de estos proyectos que, si bien, consideran aceptables para retirar de la atmósfera CO2 ya emitido, alertan sobre el riesgo de que la posibilidad de capturarlo se convierta en una carta blanca para que la industria no deje de emitirlo. "Se lleva décadas dedicando mucho dinero público para subvencionar proyectos y los resultados siguen siendo muy pobres", aduce Pedro Zorrilla, coordinador de la campaña de Cambio Climático de Greenpace, sobre unas tecnologías que hasta el momento han podido capturar unos 2,4 millones de toneladas, cuando los objetivos para 2030 ascienden a 760 millones. 

"Entendemos que podría ser útil para retirar emisiones que ya están en la atmósfera, pero no para compensar proyectos que sigan emitiendo, que se dicen neutros porque emiten y luego capturan", añade Zorrilla. Frente a esta percepción, la PTECO2 asegura que la captura de CO2 no deja a un lado el compromiso para ir abandonando los combustibles fósiles sino que es una solución para las emisiones que no se pueden evitar. "No estamos hablando de defender la emisiones de CO2 de combustibles fósiles, hablamos de CO2 de difícil abatimiento de la industria", puntualiza Mora.

Financiación pública

En este sentido, la plataforma tecnológica que preside reclama al Gobierno financiación pública que ya prevén 20 de los 27 países de la UE, para desplegar tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de CO2 procedente de la industria para las que subraya que España además tiene un gran potencial. A diferencia de la mayoría de países de la UE, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) hasta ahora no ha contemplado esta tecnología de una forma concreta, ni tiene planes para localizar lugares donde hacer el almacenamiento. Desde Greenpeace, Zorrilla explica esta ausencia de un impulso concreto por el "escepticismo" al respecto por parte del Ministerio de Transición Ecológica y de Teresa Ribera. "Hay que hacerlo lo antes posible. Si no lo hacemos rápidamente y bien corremos el riesgo de no tener una industria neta cero emisiones", alerta Mora. En su informe, la PTECO2 advierte del riesgo de deslocalización, hacia los países que en un futuro sean capaces de ofrecer a la industria la posibilidad de capturar sus emisiones frente a los que no lo sean.

El mapa de España, vacío de proyectos sobre almacenamiento, transporte y captura de CO2.
El mapa de España, vacío de proyectos sobre almacenamiento, transporte y captura de CO2.
PTECO2

Según el informe de PTECO2, España tiene un especial potencial en el almacenamiento de CO2, con capacidad para almacenar entre 15 y 43 gigatoneladas, que correspondería a "las emisiones anuales de toda la industria durante casi un siglo", en emplazamientos como los "más de 100 acuíferos salinos profundos" que ya ha identificado el Instituto Geológico Minero de España (IGME), en Asturias, Cantabria o en la cuenca del Ebro entre otros.

Clara Pinar
Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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