El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha acudido a la estación de tren de Chamartín-Clara Campoamor tras el fallo informático mundial de Microsoft y CrowdStrike que está causando un caos en empresas de todo el mundo.
El mandatario de la ciudad ha declarado a 20minutos desde la estación situada al norte de la capital que prevé un viernes "difícil" en el transporte y, en especial, en el aeropuerto Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
El alcalde ha añadido que la web del Ayuntamiento de la capital "se ha caído". En la agenda de Almeida figura una visita a Valladolid para la firma de un protocolo general de actuación conjunta con el alcalde vallisoletano Jesús Julio Carnero, también del PP.
La incidencia informática de Microsoft está afectando al servicio de autobuses de Madrid. En concreto, se están registrando problemas en la app de EMT y no se puede acceder a la información en tiempo real de espera en las paradas.
Según ha informado la vicealcaldesa de la capital, Inma Sanz, las afectaciones "han sido importantes en la Empresa Municipal de Transporte y pasarelas de pago de distintos servicios del Ayuntamiento de Madrid".
En el transporte urbano de la capital, la incidencia solo afecta, por el momento, a los sistemas de EMT. Según ha confirmado Telemadrid, el servicio de Metro y todas las infraestructuras y servicios municipales funcionan con normalidad.
La interrupción del software vinculado a los sistemas de Microsoft ha provocado que se estén produciendo alteraciones en los sistemas de Aena y en los aeropuertos de la red, que ya avisan de importantes retrasos. Como consecuencia, en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas se están registrando aglomeraciones de pasajeros.
Además, aerolíneas como American Airlines, United y Delta han suspendido todos sus vuelos a nivel global. También en Reino Unido se están registrando problemas en el transporte ferroviario debido a este fallo en los sistemas informáticos.
El fallo informático está provocando el caos en el transporte mundial, especialmente en el sector aéreo, y problemas en numerosas empresas, entre ellas del sector financiero y medios de comunicación, así como en otras industrias. Los problemas comenzaron a detectarse en Estados Unidos y se han ido extendiendo a distintas partes del mundo, incluida España.
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