"Afectación importante" en EMT de Madrid, 'apps' municipales y pasarelas de pago por el fallo informático mundial

El fallo en los sistemas de Microsoft y CrowdStrike a nivel global también ha provocado afectaciones importantes en la ciudad de Madrid. Según ha informado la vicealcaldesa, Inma Sanz, "han sido importantes en la Empresa Municipal de Transporte (EMT) y pasarelas de pago de distintos servicios del Ayuntamiento de Madrid". También se han visto afectados los procesos internos de trabajadores municipales. Eso sí, asegura que desde el Consistorio están "trabajando duro para solventar, fundamentalmente, los problemas que están afectando a las aplicaciones que usan los ciudadanos". 

Desde el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento detallan que los problemas de la EMT se han registrado "en la aplicación, en los tiempos de espera de las marquesinas, en los sistemas de pago con tarjeta de los autobuses y en la red de Bicimad". Insisten en que, al ser un problema a nivel mundial, no pueden saber "cuándo se restablecerá el sistema". La propia empresa de transportes municipal ha informado a través de sus redes sociales de estos problemas. 

Afecciones en el transporte público de la capital por el fallo informático que no se han sucedido en el transporte individual. Calle 30, la empresa encargada de la gestión, mantenimiento y explotación de la M-30, explica que "afortunadamente no hemos tenido ningún problema" y espera "que siga siendo así a lo largo del día".

Aunque poco a poco se van recuperando algunos servicios, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dicho que será un "viernes difícil" en el transporte y ha añadido que la web del Ayuntamiento de la capital "se ha caído". En la Comunidad de Madrid, en cambio, no ha habido alteraciones. El servicio de Metro y todas las infraestructuras y servicios públicos de la región funcionan con normalidad.

El fallo informático está provocando el caos en el transporte mundial, especialmente en el sector aéreo, y problemas en numerosas empresas, entre ellas del sector financiero y medios de comunicación, así como en otras industrias. Los problemas comenzaron a detectarse en Estados Unidos y se han ido extendiendo a distintas partes del mundo, incluida España.