Se estima que el suelo de Kazajistán alberga 2,4 billones de metros cúbicos de gas, lo que convierte al país asiático, el noveno más grande del mundo, compuesto por enormes desiertos y estepas, en uno de los principales productores del planeta.
Es precisamente allí donde los investigadores de un estudio, liderado por el doctor Luis Guanter, de la Universitat Politècnica de València, ha detectado la mayor fuga de metano registrada en la historia un pozo petrolífero.
El incidente se produjo en junio de 2023 y se prolongó durante 205 días, provocando una fuga a la atmósfera de 131 toneladas de metano a la atmósfera, según explica el estudio del Grupo LARS del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV (IIAMA-UPV).
El metano, responsable del 30% del calentamiento global
El estudio tenía por objetivo desarrollar y probar nuevos métodos para el procesamiento de datos que permitan detectar la fuga a la atmósfera de grandes columnas de metano, y a su vez llamar la atención sobre el suceso que provocó la mayor fuga registrada en la historia: los expertos explican en el informe que "las emisiones de metano inducidas por el hombre son responsables de aproximadamente el 30% del calentamiento global desde el período preindustrial".
La industria del gas y del petróleo, explica el estudio, es la principal "responsable de una gran parte de esas emisiones, a pesar de que se ha demostrado que mitigar estas emisiones en el sector es factible y rentable".
Una 'constelación' de satélites, clave para su seguimiento
La detección se llevó a cabo a través de una misión de mapeo de una 'constelación' de satélites. El estudio ha incorporado métodos como "la implementación de un filtro a medida para detectar columnas y modelos específicos de cuantificación de metano para instrumentos hiperespectrales", según explica el estudio y recoge el portal meteorológico Meteored.
Los investigadores destacan la importancia de estos modelos de detección para evitar el impacto ambiental de estas actividades industriales: el incidente provocó, además, una enorme columna de fuego de 10 metros de altura y la formación de un cráter de 15 metros de ancho.
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