Internacional

El FBI reconstruye un primer retrato del atacante de Trump, con una gran incógnita en el aire

Donald Trump, rodeado por agentes tras resultar herido en el atentado.
 AP

Han pasado siete días desde el atentado que intentó acabar con la vida del expresidente y candidato de nuevo a la Casa Blanca por parte del Partido Republicano Donald Trump. Y, durante este tiempo, las investigaciones sobre las motivaciones detrás del ataque continúan, pero existen grandes incógnitas que siguen sin resolverse. 

Hasta ahora, tras realizar más de 200 entrevistas y revisar su historial de búsqueda en sus dispositivos electrónicos, el FBI han podido armar un primer retrato de cómo era Tomas Mathew Crooks, el joven de 20 años que, aunque fallido, consiguió disparar a Trump. Las autoridades han expresado que Crooks era un chico solitario e inteligente, con interés por las armas y cuyos intereses por la política no parecen nada claros. 

Ahí reside la gran incógnita que el FBI todavía trata de desenmascarar. Según explica a CNN, las autoridades se encuentran aún desconcertadas ante los motivos y barajan la idea de que el ataque no tenía motivos claros a nivel político sino que se trataba de dañar a la figura política que más cerca estuviera de él. 

El perfil de Crooks era similar, además, al de otros jóvenes que también han sembrado el caos en varios puntos de Estados Unidos con varios ataques. Tenía pocos amigos cerca, solía ir a entrenar a un campo de tiro y no parecía mostrar opiniones firmes que sugirieran la idea de llevar a cabo un asesinato. 

En su historial de búsqueda, los agentes han encontrado búsquedas sobre Joe Biden y otras figuras destacadas de otros partidos. Buscó también dónde iba a ser la ubicación del mitin de Trump, así como cuándo tenía lugar la próxima Convención Demócrata. 

"Aunque no alcanzó su objetivo principal, el tirador tuvo éxito en muchos sentidos porque estuvo más cerca de hacer algo que nadie había hecho en décadas", ha afirmado a la CNN uno de los encargados de investigar el caso. Así, no está claro si Crooks buscaba simplemente ganar notoriedad o si su ataque formaba parte de algún otro plan mayor.

Los investigadores también han hallado en su móvil búsquedas sobre Ethan Crumbley, un joven que mató a cuatro compañeros de su clase en una escuela secundaria de Michigan en 2021. Y este hecho, según las autoridades, supone otro de los componentes clave. 

Buscó información sobre otros tiroteos

Al parecer, los investigadores aseguran que este tipo de búsquedas son frecuentes entre quienes desean llevar a cabo un tiroteo o ataque de iguales características y quieren emular los hechos de igual manera.

Pero, pese a ello, también existen diferencias entre Crooks y el de un tirador en masa típico. El día del ataque, Crooks parecía haber apuntado específicamente a Trump, no a la multitud en un intento de matar a la mayor cantidad de personas posible. Contaba también con un explosivo improvisado en el maletero de su coche, aunque no está claro si planeaba detonarlo para matar gente o lo guardaba como distracción.

"No me pareció que estuviera preparado para un asalto", ha afirmado Kathleen Puckett, ex analista de comportamiento del FBI en este sentido: "Me pareció que estaba aprovechando una oportunidad. Vio una vulnerabilidad en la que sintió que no lo observaban hasta el punto de poder realizar algunos disparos críticos". 

Además, a diferencia de otros atacantes, Crooks no dejó ninguna nota de confesión ni dejó por escrito los motivos por los que llevaba a cabo su plan, algo que también desconcierta a las autoridades, que siguen tratando de armar un perfil sobre él. 

Un gran desconcierto

Ante el gran número de incógnitas, muchos han comparado su caso con el de Stephen Paddock, un pistolero que mató a 60 personas en Las Vegas en 2017. Casi siete años después del tiroteo masivo más letal de Estados Unidos, los investigadores aún no saben por qué Paddock apretó el gatillo. Y puede que las autoridades nunca lleguen a dar, de la misma forma, con las motivaciones exactas de Crooks. 

"Esta puede ser una situación en la que cuanto más sabemos, menos entendemos sobre la razón exacta", ha aseverado en esta línea Juliette Kayyem, exsecretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional y analista de seguridad nacional de CNN.

Los familiares de Crooks han asegurado además que él no mantenía abiertamente discusiones sobre política y lo encontrado en su domicilio tampoco sacó a la luz más evidencias sobre su posible ideología o vinculación política. Todo parece incierto, así que es probable que el FBI no llegue nunca a conocer sus motivaciones. Las investigaciones, de momento, siguen su curso. 

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