Aunque los sombreros rosas de cowboy, los tops de rejilla y el 'brilli brilli' en los rostros de multitud de asistentes habían inundado el metro de Madrid y el Paseo de la Castellana de un contagioso espíritu festivo, no fue hasta que Karol G se subió al escenario del Santiago Bernabéu cuando la mecha de la fiesta de las bichotas se prendió definitivamente a ritmo de reguetón y de los mayores éxitos de la colombiana.

Este sábado, 20 de julio, el blanco característico del estadio del Real Madrid se tiñó de rosa pastel para albergar el colorido espectáculo de Carolina Giraldo -conocida como 'La Bichota' entre sus seguidores-, que regresó por todo lo alto a nuestro país reconvertida en la primera artista en colgar el cartel de sold out cuatro veces seguidas en este nuevo templo del perreo de la capital. Sin duda, una histórica cita nacional que recuerda al fenómeno vivido con Taylor Swift y que, además, le sirve a la de Medellín para cerrar con broche de oro su Mañana será bonito Tour, con el que, llevando a Colombia por bandera, ha recorrido Estados Unidos, América Latina y Europa.

"Yo vine a pasar la noche más chimba de mi vida", aseguró Karol G ante el furor de las aproximadamente 70.000 personas que acudieron al evento -280.000 sumará las cuatro noches-. Ataviada con un brillante traje de color nude y una larga melena rosada, la colombiana arrancó su espectáculo a las 21.30 de la noche cantándole a los "corazones congelados" con TQG (Te quedó grande), un tema que interpreta originalmente con Shakira y al que siguieron otros éxitos como Besties y Mi cama que, a su vez, instaurando el mensaje de empoderamiento femenino que impregna el setlist.

Tras esto, la cantante interpretó una de sus canciones favoritas, El barco, la cual, además de incorporar por primera vez el inmersivo efecto de las pulseras luminosas que recibieron los asistentes a la entrada -y que, en adelante, sería utilizado en numerosas ocasiones-, refuerza la metáfora de la sirena Carolina, la protagonista del cuento animado dividido en tres actos que marcará el tono optimista del concierto. Asimismo, en la narrativa de los "nuevos comienzos" y del remedio para los "corazones congelados" por desamor, la colombiana echó la vista atrás con un guiño a Noche de sexo de Wisin y Yandel, así como a uno de los temas que le catapultaron a lo más alto, allá por 2019. Así, Tusa, que no ha perdido ningún ápice de su encanto, levantó de su asiento al público que aún se resistía a bailar los pegadizos temas de la cantante.

Por su parte, BichotaG, Una noche en Medellín y Qlona pusieron la nota más urbana al segundo acto del evento, en el que la sirena se enfrentó al temido tiburón para "tomar su propio camino". En este punto, la figura hinchable y las tonalidades azules que dominaban el escenario -decorado, además, con motivos marinos- fue sustituido por explosiones de fuego, un infernal rojo y un enorme tiburón. De la figura de este animal, asimismo, salió Karol G, quien, tras varias intensas coreografías junto a su equipo de bailarines se percató de que había subido la temperatura del recinto. "¡Qué calor!", expresó la colombiana de 32 años después de cantar Bichota y El makinón junto a un cada vez más entregado público.

Y es que antes de proseguir con la sensualidad y el poderío que caracterizan a 'La Bichota' -como probarán, acto seguido, temas más discotequeros como Gatúbela y Tá Ok-, la colombiana quiso presentarse ante su seguidores con Carolina, a la que catalogó como su canción favorita de su último disco.

En una faceta más íntima y relajada, Karol G se enfundó en un atuendo blanco que recuerda al de una sirena, interpretando temas más antiguos como Ocean, Pero tú y A ella. Con Créeme, asimismo, la cantante aprovechó para acercarse a su público, bajando por un lado de la pasarela del escenario que culmina en una plataforma en forma de flor. Con esta creciente conexión entre ella y sus "mamasitas", la cantante dio paso al tercer y último acto del cuento, en el que la determinación de la sirena ya no tiene límites, pues no solo ha superado sus desafíos personales, sino que ha abrazado su auténtico yo.

Un profundo y empoderado mensaje que culmina con el tema que da nombre a la gira, Mañana será bonito, con el que tanto la cantante como los bailarines se unieron como si de una comuna hippie se tratara en un escenario repleto de flores e iluminado por todos los colores del arcoíris. De esta forma, nos salimos del mar en el que habitaba la sirena para arribar al territorio optimista y marcadamente feminista de 'La Bichota'.

"Everything is going to be alright", corearon los asistentes junto a la cantante después de Mientras me curo del cora, un tema con el que la cantante arrancó su vertiente más instrumental -con acordeones incluidos- y regional. Cairo, Mi ex tenía razón son tan solo unos ejemplos de ello, si bien el tema 200 copas supuso el brindis -y nunca mejor dicho, pues ella misma se tomó un shot- antes del último tramo del concierto que, por entonces ya llevaba más de dos horas.

"Esta semana ha sido para mí de mucha gratitud. Ustedes mismos pueden ver lo que está pasando aquí y son cuatro noches como esta", expresó Karol G, completamente emocionada y sin casi poder articular palabra ante una ovación de varios minutos después de interpretar su más reciente tema, Si antes te hubiera conocido. "Yo soy una niña de su casa, que algún día soñó algo y se le dio", añadió la cantante, apoderándose de una bandera de España, poco antes de instar a sus seguidores españoles -a los que agradeció su apoyo durante todo este "proceso"-, a "no dejar de soñar".

S91 y Provenza fueron las canciones elegidas para poner fin a la fiesta -que seguiría, no obstante, fuera del recinto- en la que se había convertido el Bernabéu. Confeti, techno y un festival de color marcaron el cierre de este concierto con el que queda inaugurada oficialmente 'La Bichota season' en Madrid.