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Los analistas políticos ven a Harris como la única opción realista: "Los demócratas se equivocarían si lanzan otras primarias"

El presidente de EE UU, Joe Biden, junto a la vicepresidenta Kamala Harris, en una imagen de archivo.
EFE

No por esperado deja de ser sorprendente: Joe Biden no repetirá ni como candidato ni como presidente. Ha decidido dar un paso al lado y no será el rival de Donald Trump en las elecciones de noviembre, pero esa decisión ha provocado un efecto dominó que afecta a los suyos y también a las aspiraciones y a la imagen que ahora tendrán los Demócratas para una población tremendamente desencantada con las dinámicas políticas nacionales. Estados Unidos está sumido en la división (casi en el caos), pero la salida de Biden abre una carrera contra reloj antes del paso por las urnas. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí y qué implicaciones tiene?

Hay que hacerse tres preguntas: por qué Biden se va ahora, si Kamala Harris es la mejor opción para enfrentarse a Donald Trump y si en el nuevo escenario los Demócratas tienen más posibilidades de ganar en noviembre. Asimismo, está sobre la mesa la duda de cómo caminará en general Estado Unidos hacia la cita con las urnas; qué ambiente se va a respirar en un contexto que ya era casi irrespirable a muchos niveles, sobre todo después del tiroteo a Trump. Del efecto dominó a un castillo de naipes que tiene riesgo de caerse.

Harris, de momento, ya ha registrado su candidatura, lo cual marca un poco el camino a seguir para los grandes expertos, y además ha recaudado en torno a 46,7 millones de dólares (algo menos de 43 millones de euros) en donaciones a lo largo de las primeras horas, una cifra récord en esta campaña. Daniel Gil, analista en The Political Room, explica a 20minutos que la caída de Biden "comenzó en el debate", es decir, hace solamente un mes, por lo que el proceso ha sido más rápido de lo que parece. "Aquello fue un desastre", recordó, pero el tema de la edad de Biden "no es nuevo, le ha acompañado durante todos su mandato". Era ya un candidato muy debilitado por lo que lo que ha pasado ha sido algo anunciado. "El partido no podía forzarle a irse, sino presionarle para que él lo hiciera. Se construyó un consenso contra él para que esa presión fuera suficiente".

Eso es lo que ha pasado y todo se ha precipitado durante los últimos diez días. "Podía haber tomado la decisión antes, quizá sí, pero ese consenso en su contra no estaba construido. Cuando lo ha estado, ha renunciado". Ahora, las opciones de Harris es la nueva puerta que se abre. Gil expresa que "el mayor argumento en contra de Biden, que es su edad, ahora desaparece" y esto, por otra parte, da otra de las claves: la elección de la vicepresiencia. Gil da los nombres de la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, o de Josh Shapiro, el gobernador de Pensylvania y que es uno de los grandes favoritos. "Si Harris llega con un vicepresidente de un swing state -estado clave para ganar las elecciones- las opciones mejoran", sostiene.

Es cierto, recuerda el analista, que Harris "no ha tenido toda la relevancia pública" que en el partido hubieran deseado, pues se ha visto eclipsada en la mayoría de los momentos por el propio Biden. Pero ahora tiene cierto margen para ganarla, en las semanas que quedan hasta las elecciones. "Tiene una personalidad enérgica, es irónica. Va a ser un contraste a nivel de vitalidad, de fuerza. Eso también les puede ayudar". Así, no da relevancia a la opción de Michelle Obama. "Es la fantasía de mucha gente, pero siempre es una candidatura más mediática que real, pues ella ha dicho en varias ocasiones que no está interesada". Parece que es Harris o Harris.

Harris tiene una personalidad enérgica, es irónica. Va a ser un contraste respecto a Biden a nivel de vitalidad, de fuerza

Andrea G. Rodríguez, investigadora asociada del Centro de Estudios de Política Europea (CEPS), comenta cómo puede cambiar el país en función del resultado de noviembre, en un hipotético Harris-Trump. Por ejemplo, desde hace algo más de dos años la cooperación entre Estados Unidos y Europa en "materias de comercio y tecnología" se están intensificando, algo que podría irse al traste con una victoria de Trump, partidario de nuevo de un modelo que no busca competir tanto contra China de manera ordenada. Una victoria del magnate en noviembre serían "cinco años más de proteccionismo" de la economía estadounidense, algo que con Harris no pasaría a ese nivel, pues sería continuista con el modelo más cooperativo que ha tenido Biden. Eso también está en boga para noviembre.

Para David Gómez, de El Orden Mundial, "el Partido Demócrata se equivocaría si decide abrir un nuevo proceso de primarias para reemplazar a Biden", porque "no hay una alternativa mejor" que Harris. "Los demócratas ya van tarde. El tiempo apremia. Necesitan cuanto antes un candidato fuerte, reconocido a nivel nacional por el electorado y que goce del apoyo del establishment" del partido, concluye. En este sentido, considera que el partido "tiene ya la narrativa hecha" para aupar a la actual vicepresidenta, y cualquier otro camino sería complejo. "Un proceso de primarias abre la puerta a que aparezcan candidatos alternativos que, si bien no amenacen la elección de Harris, sí la debiliten", termina Gómez.

"Harris permitiría canalizar los fondos recaudados por Biden y dar continuidad a la campaña demócrata. Mantiene la narrativa de 'let’s finish the job', es decir, de terminar el trabajo iniciado" por el actual presidente. "Además, acabaría de un plumazo con cualquier amago de división interna", añade un Gómez que recuerda asimismo que Harris "ya ganó unas primarias" como vicepresidenta de Biden: "Sería coherente que los delegados estatales de Biden trasladaran su respaldo a su vicepresidenta".

En conclusión, se abre una nueva etapa a casi todos los niveles. Quedan cuatro meses para las elecciones y todo vuelve a empezar. Sin Biden la campaña arranca desde cero, con un Trump crecido y favorito en muchas de las encuestas y con una Kamala Harris que espera un apoyo cerrado de los suyos para enfrentarse a un reto mayúsculo. En 2020 todos valoraron la opción de que Joe Biden fuera presidente de un solo mandato, y ha sido la realidad la que ha dado la razón a esos pronosticadores. Llega el momento del relevo, que tiene que completarse. El futuro de EEUU está en juego.

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