Condenado a ocho años de prisión por violar a su hijastra menor: la obligaba a realizarle "bailes eróticos"

Audiencia Provincial de Sevilla.
Audiencia Provincial de Sevilla.
Europa Press
Audiencia Provincial de Sevilla.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a ocho años de cárcel a un hombre por un delito continuado de agresión sexual cometido sobre su hijastra, cuando esta contaba unos 15 años de edad. Según ha quedado probado en la sentencia, el condenado la obligó a practicarle "felaciones y masturbaciones", la violó en repetidas ocasiones y la forzó a hacer "bailes eróticos" como medio para el levantamiento de los "castigos" a los que la sometía.

Los hechos comenzaron en 2019, cuando el acusado, José Andrés M. M., convivía con la menor y su madre -pareja de él- en una urbanización del Aljarafe, según recoge el escrito emitido por el tribunal sevillano el 28 de junio. En ese marco, la joven les contó en casa que había tenido una relación sexual con un chico, y que tras ello "sentía picores" en sus genitales, situación que el acusado aprovechó para comenzar los abusos sobre ella con la excusa de aplicarle una pomada para curarla.

A partir de ahí, y "con el propósito de satisfacer sus apetencias sexuales" - tal y como indica la sentencia-, se excedía tocando a la menor. Esta conducta persistió de 10 a 15 días, ante la "creciente desconfianza y malestar" de la joven, a quien además grabó sus partes íntimas mientras le aplicaba la pomada con el pretexto de que necesitaba la linterna del móvil para "localizar las heridas" derivadas de los picores. 

La madre la obligó a pedirle disculpas

En febrero de 2020, tuvo lugar otro episodio de abusos a la niña por parte del individuo mientras esta dormía. Según recoge la sentencia, a la menor le gustaba quedarse dormida charlando con sus abuelos o familiares hasta que la venciera el sueño, situación que el acusado aprovechó para agredirla sexualmente tras acostarse a su lado. 

En este caso, la menor contó lo sucedido a su madre, quien "le quitó importancia al asunto" y aceptó las explicaciones del acusado de que "estaba dormido" y le había tocado los genitales a su hija involuntariamente, pues la había confundido con su madre. La mujer, entonces, dijo a su hija que "era frecuente" que al acusado le pasara eso al dormir, y la obligó a pedirle disculpas a su padrastro.

"Favores sexuales" a cambio de levantar castigos

Durante este mismo año, en el confinamiento por la pandemia de la covid, con ocasión de los castigos que el acusado imponía a la joven (por su mal desarrollo escolar, relaciones con chicos, etc), el condenado comenzó a reclamarle "favores sexuales" a la menor para levantárselos. "Manifestó que le iría danto puntos o décimas de puntos hasta llegar a diez, y que la forma de conseguirlos era la de acceder a los favores sexuales que le demandara", declara probado la Audiencia.

Así, la niña se vio forzada a efectuar bailes eróticos, felaciones, masturbaciones y "aceptar" penetraciones que, si no eran del agrado del acusado, "no puntuaba" a fin de prolongar la situación. "Si en alguna ocasión la joven se negaba o mostraba reticencia, la obligaba", añade la sentencia. 

Pidió ayuda a su tía

Finalmente, en agosto de 2020 la menor se decidió a contar lo que le sucedía a su tía materna, tras lo cual, junto a otros familiares, denunció los hechos. En este sentido, la madre "ha tomado partido" por el acusado, y ha explicado en el juicio que nunca fue testigo presencial de los hechos. 

Dado el caso, el tribunal condena a José Andrés M.M. a ocho años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual con el atenuante de reparación del daño, dado que antes del juicio había consignado la cuantía de 8.000 euros que se le reclamaba en concepto de indemnización, imponiéndole además OTROS ocho años de libertad vigilada post penitenciaria.

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