El desarrollo urbanístico de Madrid Nuevo Norte está destinado a convertirse en una referencia europea en lo relativo a la sostenibilidad. Por este motivo, el Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con Madrid Nuevo Norte, ya trabaja en un proyecto piloto para reciclar el agua de lluvia a través de jardines inundables y suelos permeables que permiten el drenaje y eliminación de elementos contaminantes del agua.
Este novedoso sistema ya está instalado en la confluencia de las calles Agustín de Foxá y Mauricio Legendre (Chamartín) y busca recuperar el ciclo natural del agua mediante la incorporación de superficies permeables que funcionan como esponjas. Desde este lunes, y durante al menos un año, se recabarán datos para estudiar la calidad del agua filtrada y compararla con aguas de lluvia no tratadas. De este modo, se analizará si se pueden reducir los niveles de contaminación del agua de lluvia para reintegrarla en el subsuelo o reutilizarla en otros ámbitos.
"El objetivo del Ayuntamiento de Madrid y Madrid Nuevo Norte es recoger, limpiar e infiltrar el agua de aceras y parques, lo que podría llegar a reducir hasta en un 70% el agua de lluvia que llega a la red de alcantarillado y, posteriormente, a las plantas de tratamiento", ha explicado la delegada de Obras y Equipamiento, Paloma García Romero, desde el lugar elegido para este proyecto piloto.
Junto a García Romero también ha visitado esta iniciativa el delegado de Urbanismo, Medio ambiente y Movilidad, Borja Carabante, quien ha destacado que "Madrid Nuevo Norte es una referencia en el ámbito de la sostenibilidad y demuestra que es posible crecer en la ciudad de Madrid al tiempo que se trabaja por alcanzar la neutralidad climática".
Un jardín inundable y unos adoquines permeables
Uno de los elementos instalados en Chamartín es un jardín de lluvia, que está diseñado para "recibir el agua de lluvia de la calzada y filtrarla a través de una capa de sustrato formada por tierra vegetal y arena de sílice", ha explicado la directora de sostenibilidad de Crea Madrid Nuevo Norte, Mariola Merino. Además, también sirve como sustrato para las especies vegetales seleccionadas por su capacidad para la absorción de contaminantes, como son la lavanda, el romero o el lirio.
La otra novedad en la calle Agustín de Foxá es la instalación de un pavimento drenante compuesto de adoquines que permiten el paso del agua a través de sus juntas. Este tipo de superficie es compatible con la circulación de vehículos y el paso de personas. "Con este sistema, el agua de lluvia atravesará dos capas de materiales de gran capacidad de retención de contaminantes, como son el hormigón poroso y la grava machacada", ha detallado Merino.
El agua filtrada a través de los adoquines se canaliza por unos conductos hacia unos depósitos situados a pocos metros, donde el agua se filtra y puede continuar su camino hacia los acuíferos. Después de pasar este filtro ya está libre de contaminantes metales pesados u otras sustancias. Además, el agua que pasa por estos depósitos sirve para tomar muestras para realizar análisis químicos y biológicos para determinar su estado.
Un nuevo desarrollo con tres ámbitos
Madrid Nuevo Norte tendrá una extensión de 5,6 kilómetros de norte a sur y se dividirá en tres ámbitos diferenciados, con la estación de Chamartín como centro neurálgico del desarrollo. El 76,65% del suelo del proyecto será de uso y titularidad pública, donde se construirá un parque central que ocupará 13 hectáreas. Además, se creará una nueva conexión sobre las vías de tren y la M-30 con cinco puentes, un túnel y una pasarela peatonal, lo que cubrirá 20 hectáreas de vías de tren.
Malmea-San Roque-Tres Olivos, Las Tablas Oeste y Centro de Negocios Chamartín serán las tres nuevas áreas del norte de Madrid, a lo que se sumará la estación de Chamartín como nudo de transportes en el nuevo centro de negocios de la capital. Además, se creará un intercambiador modal en la calle Mauricio Legendre, paralela a la estación.
En este nuevo desarrollo urbano se construirán 10.500 viviendas, de las cuales el 20% tendrá algún tipo de protección pública, lo que supondrá unas 2.100 viviendas protegidas. Para dar servicio a los nuevos barrios, el Ayuntamiento de Madrid va a potenciar un modelo de movilidad en el que el transporte público sea el protagonista del 80% de los trayectos del nuevo desarrollo.
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