'Del Cabrito', 'de las Impertinencias' o 'del Pollo': estos son los nombres más curiosos de calles en Valencia
- Los nombres de las calles hacen guiños a la historia, las leyendas o los personajes de la ciudad.
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Valencia es la tercera ciudad más grande de España, así como una de sus urbes más vibrantes. Situada en la costa este de la Península, la capital de la Comunitat se caracteriza por su estilo de vida mediterráneo, su animado ambiente cultural y su rica historia, con un patrimonio arquitectónico y legado gastronómico únicos.
El centro de Valencia se despliega como un laberinto de calles, y algo que ha atraído la atención de quienes las recorren es la denominación de algunas de ellas. Desde nombres que evocan tradiciones y leyendas locales hasta títulos anecdóticos o con trasfondo histórico. Así, cada calle cuenta su propia historia, por lo que es habitual que el significado de ciertas vías despierte la intriga tanto de los visitantes de la ciudad como de los propios valencianos.
Calles con nombres curiosos en Valencia
En primer lugar, en el barrio del Carmen encontramos la llamativa Calle del Cabrito. Su nombre ya aparece recogido en una escritura de 1717, y el relato popular cuenta que su nombre proviene de alguna cría de cabra que vivía en la época por esa zona y que se ganó el corazón de sus vecinos.
Siguiendo la temática animal, también está la Calle del Pollo, cercana a la Plaza de la Reina. Situada entre las calles de Muñoz Degrain y de las Comedias, se puede deducir que su nombre se debe a que, en esta zona, abundaban los corrales y no era extraño ver a estos animales correteando libremente.
Detrás de la Plaça de Sant Bult, enclavada en la zona del Puente del Real que cruza hacia la zona norte de Alameda, se encuentra la Calle de las Impertinencias. Al parecer, su nombre provendría del propio trazado de la calle: no tiene salidas ni conduce a ningún lugar, aparte de a algunas viviendas. Por ello, se trata de una vía "impertinente", que muchas veces ha provocado que algunos visitantes o conductores se hayan quedado parados teniendo que retroceder obligatoriamente.
Por otra parte, detrás del Mercado Central se encuentra la Calle vieja de la Paja, que en otras épocas sirvió de abrevadero para la comida de las caballerías.