El PP de Alberto Núñez Feijóo busca ampliar su espectro político liderando el discurso de la inmigración. Y es que, según las encuestas internas que dice manejar la dirección nacional, se trata de un fenómeno "trasversal", es decir, que preocupa a todos los votantes tanto de "derechas" como a izquierdas, en especial "a los socialdemócratas". De ahí que el líder popular retomara este lunes el vínculo entre sensación de inseguridad e inmigración ilegal que introdujo durante la campaña electoral de las catalanas del pasado 12 de mayo.

"Solidaridad sí, seguridad también", subrayó este lunes el líder popular en vísperas de que se debata la toma en consideración de la modificación de la ley de extranjería en el Congreso. A esta máxima que lleva defendiendo en las últimas semanas, Feijóo añadió: "Seguridad para los que llegan porque se juegan la vida, pero también para los que estamos porque los españoles tienen derecho a salir tranquilos a la calle. Somos una nación con valores y eso incluye auxiliar y dar apoyo al que necesitan, pero también respeto a la cultura, nuestras creencias, a mujeres y homosexuales y a sentirse seguro en su casa". 

Según Feijóo, si bien hay "miles de inmigrantes regulares que han hecho de España la nación que es y la han reforzado", hay otros que vienen al país "con otra actitud y otra intención". De este modo, el líder de la oposición vuelve a generar una polémica similar al que ocasionó cuando en mayo pidió el voto "a los que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios".

En Génova evitan hablar de un endurecimiento del discurso, ya que el líder popular usó estos mismos tintes durante la campaña catalana. En cambio, esta vez sí explican el motivo por el que lo retome ahora: tienen "testado demoscópicamente" que la llegada de inmigrantes ilegales, sobre todo si "deambulan" por las calles por falta de hogar, genera una sensación de "inseguridad ciudadana". Así, desde el PP insisten en que se trata de "una temática trasversal" que "preocupa al electorado no solo de derechas sino también al socialdemócrata".

De ahí que los populares se autoposicionen en el centro del debate: "Ni en los planteamientos alarmistas de Vox ni en la despreocupación irresponsable del PSOE". Porque, como defiende el equipo de Feijóo, es "compatible romper con Vox con decir que hay una extranjería que no es aceptable y que hay un problema de inmigración ilegal no controlado en los países origen".

También vinculan la línea del discurso que aborda la supuesta inseguridad con una cuestión de agenda. Fuentes del PP aclaran que la intención del líder de la oposición es sacar a relucir la información que maneja desde mayo en vísperas de que la modificación de la ley de Extranjería llegue al Congreso sin apoyos suficientes. El PP se prepara así para un arduo debate en el que el PSOE ha buscado un apoyo a la fuerza de los líderes de la oposición sin una negociación previa. 

"Cada decisión que ha adoptado Sánchez en esta legislatura ha sido en base a cesiones a sus socios. Pues si quiere pactar con el PP tendrá que recorrer el mismo camino, con una diferencia: las exigencias que nosotros le ponemos son de sentido de Estado, lo contrario que sus socios independentistas", apuntó el líder de un partido que el día anterior ya anunció que no facilitará la tramitación parlamentaria dado que el Gobierno no ha aplicado las seis exigencias que puso el PP encima de la mesa.

Estas son declarar la emergencia migratoria en todo el territorio nacional y no solo en Ceuta, Melilla y Canarias; garantizar que la edad de los menores; un plan de política migratoria del Gobierno que incluya más control de las fronteras e inversión; financiación del Estado para que las comunidades mantengan a los menores migrantes; habilitar medios a las comunidades que ya hayan excedido su capacidad de acogida y que el reparto sea para todas las comunidades sin excepción, es decir, incluyendo a Cataluña.