Tras la primera ronda de contactos del Gobierno con el PNV, Podemos, Bildu y el BNG para negociar el plan antibulos de Pedro Sánchez, la concreción en las propuestas sigue brillando por su ausencia. Y aunque para el Ejecutivo estas reuniones han resultado "constructivas", no todos los grupos comparten esta opinión. Para Podemos, de hecho, ha resultado "decepcionante", dado que los negociadores Félix Bolaños (PSOE) y Ernest Urtasun (Sumar) han dado carpetazo a su propuesta vertebral de romper el acuerdo con el PP para renovar el CGPJ, lo que también le ha exigido el BNG, "decepcionado" por la misma razón. Sin embargo, Bildu sí ha reconocido "receptividad" y "aproximación" en temas importantes para los abertzales, como la reforma de la ley mordaza y la de secretos oficiales, en la que también ha insistido el PNV.
Bolaños ha dicho que las reuniones han sido "muy cordiales" y constructivas porque los grupos han mostrado "disponibilidad" para llevar a cabo el plan, mientras que Urtasun ha visto "sintonía" en determinadas ideas. Sin embargo, desde el Ejecutivo reconocen que este lunes no se ha concretado nada porque su intención era "escuchar". La ronda de contactos concluirá este martes con el resto de grupos dispuestos a sentarse, excepto Vox y, a partir de ahí, comenzará un intercambio de propuestas por escrito aunque sin que se haya fijado ningún calendario ni reunión.
Podemos ya ha avanzado las suyas en un documento que ha presentado su secretaria general, Ione Belarra. Sin embargo, la condición para tratarlas en una negociación es que el Gobierno rompa el acuerdo con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, que precisamente este martes dará un paso más en el Congreso. Por ello, Belarra no ha ocultado su decepción después de que Bolaños se haya mostrado determinante a llevar a cabo con el PP lo que consideran "la gran coalición" que ya anticipan para el resto de legislatura. "Mientras le sigan lavando la cara al PP es imposible avanzar", ha señalado.
Con todo, entre la batería de medidas que ha presentado la formación morada está la modificación de las mayorías para renovar el CGPJ para que los 12 vocales se elijan en el Congreso, la derogación de la conocida como ley mordaza, "prohibir la infiltración" de la Policía en "movimientos sociales pacíficos" o "democratizar el poder mediático" con varias medidas sobre la financiación de los medios.
Tampoco ha resultado especialmente fructífera la reunión para el BNG. Néstor Rego se ha quedado con una sensación agridulce después de que Bolaños y Urtasun hayan recibido "positivamente" algunas propuestas, como reformar la ley mordaza o la ley de secretos oficiales, mientras que han cerrado la puerta a romper su acuerdo con el PP para renovar el CGPJ. "Es decepcionante", ha plasmado el diputado.
Por su parte, el Bloque propone la derogación de las dos leyes mencionadas, así como tocar la ley penitenciaria para que se tengan que cumplir las penas en el lugar más próximo al domicilio, prohibir que se financien actividades de la Iglesia con recursos públicos, o avanzar en la transparencia de la financiación de los medios de comunicación.
Para Bildu la reunión no ha ido tan mal. A su juicio, el Gobierno se ha mostrado receptivo con los temas que han expuesto, por lo que su valoración es "positiva". Entre las medidas que han expuesto y que ninguna de las partes ha llegado a concretar está el abordaje del "lawfare", la reforma o derogación de la ley mordaza y de la ley de secretos oficiales, así como del delito de injurias. Con todo, la portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua, ha avanzado que su objetivo es "trabajar mucho" pero con "discreción" y haciendo "poco ruido".
Finalmente, fuentes del PNV aseguran que el portavoz de su grupo, Aitor Esteban, ha acudido a la reunión con "ánimo constructivo" y por "cortesía parlamentaria". Afirman que su actitud será también "constructiva" para llevar a cabo aquellas iniciativas que el Gobierno decida presentar ante las Cortes, aunque siempre dentro de los "límites fijados por los principios democráticos".
Y aunque aseguran que un listado de iniciativas de todos los grupos supondría una "cacofonía" que no conduciría a ninguna regeneración, no ha dejado de fijar la suya: la inclusión de la reforma de la ley de secretos oficiales, que se encuentra en trámite en el Congreso de los Diputados.
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