El 60% de la población catalana está a favor de la inmigración y solo un 44% cree que se debería limitar

Un local de comida oriental en Barcelona.
Un local de comida oriental en Barcelona.
MIQUEL TAVERNA
Un local de comida oriental en Barcelona.

El 60% de la población catalana afirma estar de acuerdo con el fenómeno migratorio, mientras que tan solo un 22% lo ve negativamente. Unos datos que constatan que la sociedad de Cataluña es más tolerante actualmente en comparación con hace 20 años, cuando los que estaban en desacuerdo eran el 30%. El porcentaje de personas que contestan que les da igual también aumenta respecto a 2000, situándose actualmente casi en el 20%, cuando hace 24 años estaban por debajo del 10%. 

Son datos extraídos del cuaderno "La inmigración en Cataluña: ¿un debate construido?", un sondeo anual que hizo entre octubre y noviembre de 2023 el Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS) -un consorcio de la Diputación de Barcelona y de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)- al electorado catalán. En esta ocasión, realizaron 1.200 entrevistas presenciales a personas mayores de 18 años, recuperando hasta siete preguntas relacionadas con este fenómeno que hacía dos o tres décadas que no se hacían. Un hecho que, según el director de la entidad, autor del informe y politólogo, Oriol Bartomeus, ha permitido actualizar los datos comparándolos con los que hubo a principios de los noventa o los dos mil.

La opinión sobre la regulación de entrada de inmigrantes también ha cambiado. En 1993 -fue la primera vez que se preguntó sobre esta temática- el 65% de las personas estaba de acuerdo en limitar su llegada, mientras que ahora ha descendido hasta el 44%. Las mujeres de entre 24 y 35 años son el colectivo que está más en contra de regularla con un 75,4%.

La coaturoa del estudio, Lucía Medina, ha explicado que los resultados han sido sorprendentes porque "pensábamos que nos encontraríamos una opinión pública más negativa, más contraria" y con más miedo a compartir espacio con inmigrantes. Bartomeus, por su parte, ha indicado que son cifras importantes porque "en 25 años hemos pasado de tener 120.000 personas inmigrantes a un más de un millón de residentes de nacionalidad no española".

Los datos de esta encuesta se contraponen con los que publicó hace 20 días el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), que señalaron que casi la mitad de los catalanes cree que el volumen de inmigrantes en Cataluña es "excesivo" o que hay "demasiados". De las más de 6.000 personas que fueron entrevistadas para la encuesta sociopolítica del CEO, algo más de la mitad respondieron que las leyes que regulan la entrada y permanencia de extranjeros en España son "demasiado o más bien tolerantes".

Los autores del informe señalan que en 25 años, la población inmigrante se ha multiplicado por 10 en Cataluña.
Los autores del informe señalan que en 25 años, la población inmigrante se ha multiplicado por 10 en Cataluña.
MIQUEL TAVERNA

A pesar de ello, Bartomeus ha indicado que se debe ser muy "cuidadoso" con estas cifras, porque la mención de la inmigración como uno de los principales problemas de Cataluña en el barómetro del CEO de julio es de un 8,4%, una cifra muy alejada del 20% que había en julio de 2006. A su parecer, el estudio constata que "cuanta más inmigración, la opinión es más positiva". 

Vecinos inmigrantes y mezquitas cerca de casa

La investigación del ICPS también ha puesto el foco en las actitudes de los catalanes en cuanto al fenómeno migratorio, especialmente en lo referente a la evolución de la opinión respecto a la construcción de una mezquita cerca de casa o la de tener un vecino extranjero. En cuanto a la primera cuestión, Medina ha señalado que ha habido un cambio evidente respecto al último año en el que se hizo la pregunta, que fue 2007. Por entonces, el 45,7% consideraba que era muy o bastante grave, mientras que actualmente solo lo considera así el 24,2%. 

La coautora del estudio ha querido clarificar que la formulación de la pregunta con la palabra "grave" se ha hecho así porque "en las anteriores ediciones se hizo así y para continuar con la coherencia". "No hay nada grave en tener una mezquita cerca de casa", ha añadido. Por otro lado, ha indicado que tener un vecino inmigrante no era un tema considerado grave en 2002 -cuando se hizo la pregunta por última vez- y que tampoco lo es ahora, puesto que el 95,7% afirma que es poco o nada grave.

Motivos culturales e identitarios

Los motivos a la hora de rechazar la inmigración también han cambiado en 30 años. En 1992, el 54,8% de los catalanes se quejaba de que "les quitaban el trabajo" y otros motivos económicos, mientras que ahora el porcentaje se reduce al 15% y se alegan más motivos culturales e identitarios. Algunos son que "no aceptan nuestras costumbres", con un 34,8% o que "tienen religiones diferentes", con un 10%. 

En cuanto a los perfiles, el estudio recoge que las personas que suelen estar a favor de la inmigración son mujeres de menos de 50 años con estudios superiores y que se sitúan políticamente a la izquierda o centroizquierda, votando a los comuns o a la CUP. Sin embargo, las mayores de 65 años son las que más en desacuerdo están, con un 42%. En el caso de los hombres, los menos favorables suelen ser los que tienen más de 64 años.

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