Libros

Manuel Praena publica 'Recuerdos imaginados': "La memoria nos permite vivir. La realidad por sí sola sería insoportable"

El escritor Manuel Praena.
CEDIDA

Manuel Praena (Madrid, 1953) acaba de publicar lo que a simple vista parece un libro de relatos, pero es más que eso. En Recuerdos imaginados (Ed. Coleman, 2024) muchas de las historias son trampas que la memoria hace por sí misma, recuerdos de cosas o hechos que nunca sucedieron pero que quien los experimenta cree que sí. Eso tan inquietante ¿es real o un simple recurso literario?

En la última página, la que sirve para anotar la fecha en que se imprimió el libro, Manuel Praena aprovecha para contar quién fue Oliver Sacks, ilustre neurólogo británico fallecido en 2015; fue uno de los científicos que describieron el síndrome de la memoria falsa (FSM), un fenómeno que consiste en que alguien recuerda con toda claridad algo que nunca pasó.

El hombre que guarda con toda claridad el recuerdo de la bomba que cayó en su casa, durante la guerra, cuando él era un niño; pero luego se demuestra que, aquel día, él estaba en la escuela. El tipo que, durante seis décadas, ha recordado con absoluta precisión la noche en que, siendo un crío, vio en la tele la noticia del asesinato de Kennedy, y cómo su padre se asustó y mandó salir al chaval, que se quedó en el pasillo oscuro, aterrado. Pero al cabo de los años comprueba que, en aquella época, la familia no tenía aún televisión. Y ninguno de los dos miente: son recuerdos falsos… pero auténticos.

¿Cómo puede ser eso? Manuel Praena, que lleva cuatro décadas como gestor cultural e impulsor de actividades culturales (sobre todo musicales, pero no solo) ha construido su libro Recuerdos imaginados alrededor de una breve historia que se titula precisamente así.

Un hombre cuyo gran amor acaba de morir se queda de piedra al comprobar, gracias a la grabación de un DVD, que aquella persona maravillosa no lo era tanto y que todo lo que él recuerda que vivieron juntos era pura invención: nunca ocurrió, o no ocurrió como él lo recuerda.

Praena lo explica de la forma más lógica: "Es la memoria, que hace su trabajo, que nos ayuda a vivir. Repinta el pasado, lo reconstruye, lo hace más hermoso o más dulce o más suave para que podamos convivir con él. La realidad pura y dura, por sí sola, sería insoportable". Sí, pero eso ¿lo hace la memoria por sí sola, de manera automática, o en realidad somos nosotros los que nos esforzamos en creer algo que nunca sucedió, o que sucedió de otra manera?

Portada del libro 'Recuerdos imaginados', de Manuel Praena.
Ed. Coleman

El autor piensa que algunas veces ese fenómeno es inconsciente, que no depende de nuestra voluntad, pero que la mayor parte de las veces somos nosotros mismos quienes nos forzamos a creer que algunos hechos ocurrieron de otro modo. Esto puede llevar unos minutos o muchos años, "pero es lo que nos permite reconciliarnos con el pasado", dice, y seguir viviendo sin odiarnos o despreciarnos.

El libro reúne casi docena y media de relatos (porque eso es lo que son) escritos a lo largo de muchos años y con historias muy diferentes entre sí. "Algunos llevaban mucho tiempo en el cajón y otros son muy recientes. Eso para mí es muy cansado porque soy de los que, al releer textos viejos, me pongo a reescribir, a pulir, a cambiar. Fue mi editor el que dijo: ‘¡Para ya! Lo publicamos como está, no toques ni una coma más", se ríe Praena.

"Pero no nos engañemos", sigue diciendo, "es ficción". "Yo tengo una gran capacidad para imaginar, así que soy consciente de que nada de lo que aparece en esos relatos… (bueno, casi nada) ocurrió exactamente como lo he escrito. Siempre parto de un hecho, de un recuerdo, a veces de una simple frase: esa es la primera piedra, el punto de partida. Pero lo demás es creación, imaginación, muchas veces fantasía", explica.

Hay temas que se repiten una y otra vez. Por ejemplo la muerte, que al autor le asusta y no le duele decirlo: "Mucha gente dice que le inquieta más la muerte de los seres queridos que la propia. Pues a mí no, a mí me da miedo la mía. Sé que nuestra vida no tendría sentido si no existiese la muerte, o al menos si no supiésemos desde niños que vamos a morir. Pues muy bien, pero a mí me asusta".

También están, casi constantemente, la música, la pintura, el diseño gráfico… Es decir, las cosas a las que el autor ha dedicado su vida. Claro que ahora ya no hay forma de saber si lo que estamos leyendo (el relato La muñeca dormida, por ejemplo) es un recuerdo inventado espontáneamente por la memoria de Manuel Praena o una ficción consciente y deliberada. Eso es inquietante. "Sí, da un poco de miedo", se ríe él, que ha escrito mucha novela negra, "pero es que de eso se trata. Si te fijas, hay muy pocas películas de terror; casi todas son ‘de susto’, en las que de pronto pasa algo que te hace botar en la silla. Pero el miedo es otra cosa: es aquello que está ahí todo el tiempo, que no sabes lo que es y que no puedes ni comprenderlo ni imaginarlo ni mucho menos controlarlo. Eso es mucho más difícil".

Sea cierto, inventado o falsamente inventado, este es uno de los libros de relatos más inquietantes de los últimos tiempos.

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