A finales de los años ochenta, principios de los noventa en España, las telenovelas venezolanas coparon las televisiones en los horarios de sobremesa. Topacio, primero, y otras como Esmeralda, Rubí o Cristal, tarde tras tarde, mantuvieron a la población en vilo siguiendo los escarceos amorosos de un buen número de "princesas" (o plebeyas) y de galanes que se convirtieron, en ocasiones, en auténticos ídolos. A actores como Carlos Mata, concretamente, los podías encontrar con facilidad entre las páginas tanto del Hola! como de la Súper Pop.
El de Luis Alfredo Ascanio fue el primer papel protagonista del actor, y supuso su encumbramiento como intérprete del género y, no en vano, a Cristal siguieron otros títulos como Señora, Las dos Dianas o Amantes de Luna Llena, hasta que, entrados los 2000, pasó de ser el galán principal a ser lo que hoy se conoce como un silver fox: un zorro plateado, al ser ya un hombre de edad madura que peina canas. Así se le vio, por ejemplo, en Soltero con hijas, con Gabriel Soto.
Pero, además de su faceta interpretativa, Mata también mantuvo fiel a su público a través de su carrera musical. Especialmente en los años '90, década en la que se mudó a España, el también cantante publicó varios álbumes de estudio, y aún en 2014 vio la luz Más que nunca, una pequeña compilación que es, hasta la fecha, lo último publicado.
A sus casi setenta y dos años, el actor es muy activo en redes sociales y, hace unos días, participó en un vídeo colaborativo que busca remover emociones junto a otras personalidades, como el escritor Leonardo Padrón, la cantante y actriz Mariaca Semprún o el director de orquesta Eduardo Marturet, todos de origen venezolano, en el que, como migrantes, reclaman su derecho a voto, animan a la población a acudir a las urnas y "apoyan la tarea titánica" que los votantes "tienen sobre los hombros" en las próximas elecciones del 28 de julio en Venezuela. "Los estaremos acompañando", dice el actor, casi al final del vídeo.
Comentarios