La última semana de julio prometía ser clave y así lo está siendo. Las negociaciones entre republicanos y socialistas para investir al líder del PSC y ganador de las elecciones, Salvador Illa, como presidente de la Generalitat se han incrementado estos días. También se han cerrado pactos pendientes que otorgarán a los catalanes más de 1.500 millones en tres años y la reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès del pasado miércoles escenificó un acercamiento entre ambos gobiernos. Con el calendario en la mano, el PSC ha entrado en la recta final de estas conversaciones, bajo la amenaza del partido republicano de levantarse de la mesa a finales de mes si no se acuerda una soberanía fiscal, uno de los requisitos principales de la formación. Unos "flecos" sueltos que no impiden que desde Moncloa se muestren "optimistas" y vean opciones de investir a Illa como president este verano.
El Gobierno ha asegurado este jueves que "hay que dar tiempo al tiempo" y que las negociaciones son una "responsabilidad que está liderando el PSC con el resto de los partidos". En una entrevista para La Hora de La 1, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha añadido que se sienten "optimistas" y que "ojalá sea posible, porque los catalanes han pedido esa nueva etapa con un gobierno liderado por Illa". La también ministra de Educación ha indicado que fruto de ese diálogo, "puede salir más pronto que tarde" un gobierno que se dedique a "unir y servir".
El mensaje de Alegría llega pocas horas después de la reunión entre Sánchez y Aragonès. Un encuentro que, según fuentes de la Moncloa y la Generalitat, fue "cordial" y de "normalidad institucional" y que sirvió para "culminar" los acuerdos pendientes entre el Gobierno y Cataluña. En la cita, de aproximadamente una hora, los dirigentes abordaron "la situación política" y valoraron los acuerdos de investidura que llevaron nuevamente a Sánchez a ser presidente. Sin embargo, a pesar de querer separar las negociaciones entre el PSC y ERC del encuentro, fuentes del Govern explicaron que Aragonès aprovechó para presionar al líder del PSOE para que se "mueva" hacia una financiación singular para Cataluña.
ERC cree que "quedan más que flecos"
Los acercamientos entre socialistas y republicanos empezaron el mismo lunes, cuando el Ejecutivo catalán anunció que recibirá del Gobierno 1.520 millones para trenes, becas e investigación en los próximos tres años, en cumplimiento de los acuerdos de investidura entre ERC y el PSOE. El anuncio se hizo pocas horas después de un "ultimátum" por parte de Esquerra, que avisó de que no llegaría a ningún pacto sin una nueva financiación para Cataluña. Preguntadas sobre esta cuestión, tanto la consellera de Economía, Natalia Mas Guix, como la de Territori, Ester Capella, dejaron claro que es imprescindible que se cumplan los acuerdos previos, pero que estos no son suficientes "para facilitar la investidura de Illa".
En la misma línea ha seguido este jueves la portavoz del partido, Raquel Sans. Aunque no ha descartado la posibilidad de un acuerdo "inminente" con el PSC, ha reconocido que quedan "más que flecos" pendientes. En unas declaraciones a la Cadena SER, ha explicado que las negociaciones "avanzan", a pesar de que detecta desconfianza en su partido. "El acuerdo podría llegar de forma inminente, porque es el límite que nos hemos fijado desde ERC, porque siempre hemos recordado que, si bien el PSC ha optado por la negociación con Esquerra, existen otras mayorías, con lo cual, si nosotros no somos capaces de alcanzar el acuerdo que sea bueno para los intereses de Cataluña, pues obviamente el PSC dispone de otras mayorías y queremos darles margen", ha declarado.
Sans ha explicado que las negociaciones se centran en cuatro carpetas: la resolución del conflicto político, la financiación, el catalán y las políticas sociales. La segunda, la soberanía fiscal, es sobre la que "todavía" están negociando, porque para los republicanos es "fundamental". "Se trata del concierto económico, al que se le pueden poner matices y todas las especificidades que sean necesarias, pero al final es tener la llave de la caja, recaudar el 100 % de los impuestos", ha insistido.
No obstante, en el caso de que ambas formaciones alcanzasen un acuerdo para investir a Illa, este tendría que ser ratificado en una consulta "vinculante" por la militancia de ERC. "Al final va a tener la última palabra en esta decisión", ha añadido la portavoz. Por eso, ha insistido en que debe ser un acuerdo que los militantes vean a favor de los intereses de los catalanes.
Sans también ha advertido de que no todos los republicanos están convencidos, ya que percibe "un sentimiento de desconfianza hacia el PSOE" entre sus filas. "Básicamente por los incumplimientos, porque una cosa son las buenas palabras y llegar a acuerdos, pero vemos que algunos de estos acuerdos que alcanzamos después no se cumplen", ha reprochado.
Junts avisa a Sánchez
El partido de Carles Puigdemont, que estas últimas semanas ha pasado más desapercibido, ha situado también la financiación singular para Cataluña como un elemento clave, pero en este caso, para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en 2025. "Si Cataluña no tiene la llave de la caja, España no tendrá presupuestos", ha dicho desde el atril del Parlament el diputado Salvador Vergés. Segundos después, se ha dirigido a la bancada socialista y le ha dicho a Illa: "Anóteselo bien y envíele un WhatsApp al señor Sánchez".
Este mismo jueves, en un artículo publicado en El Periódico, el secretario general de la formación, Jordi Turull, también ha asegurado que su partido no pacta con el PSOE "para apuntalar la gobernabilidad de España", sino para defender los intereses de Cataluña. Además, ha declarado que, como primera fuerza del independentismo, en sus palabras, ejercerán ese liderazgo con modestia, pero también con ambición y con Puigdemont al frente.
Tras recordar que "el momento fundacional de Junts per Catalunya fue un revulsivo para volver a unir fuerzas", Turull se ha referido a la guerra sucia, las intoxicaciones mediáticas, el lawfare y las cloacas del Estado, textualmente, que ha sufrido el partido. "Desde su fundación, Junts ha desmentido a sus ilusos enterradores y hemos ido ganando fuerza, influencia y centralidad política", ha dicho.
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