Barcelona aprueba subir al máximo la tasa turística hasta los cuatro euros con los votos en contra de PP y Vox

El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado provisionalmente en el plenario municipal el incremento de la tasa turística hasta el máximo previsto: cuatro euros por persona y noche. La medida ha salido adelante, a pesar de que PP y Vox han votado en contra. La aprobación definitiva y con ella los cambios en el recargo, están previstos para después de verano, en el pleno mensual de septiembre u octubre.

Si finalmente la medida sale adelante, la capital catalana pasará de recaudar 95 millones de euros a 115 millones. "Este no es un impuesto a la ciudadanía, al tejido empresarial, ni a la actividad turística, sino a los turistas que disfrutan de la ciudad y que hacen uso de sus servicios", ha afirmado el cuarto teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del consistorio, Jordi Valls.

Actualmente, y desde el pasado 1 de abril, Barcelona recauda 3,25 euros por pernoctación en cualquier establecimiento y a los cruceristas, una cantidad que se suma a la tarifa general que se queda la Generalitat. No obstante, en octubre de 2023 el ayuntamiento anunció su intención de subir de los 3,25 a 4 euros el recargo para los cruceristas de corta estancia (menos de 12 horas) y pisos turísticos, aunque la medida no prosperó.

Incremento a todos los turistas

En esta ocasión, el incremento se contempla en todos los conceptos, incluyendo hoteles de entre cuatro y cinco estrellas, el resto de equipamientos y establecimientos, así como cruceristas de larga estancia (más de 12 horas).

"Queremos llegar más lejos del límite legal de cuatro euros por persona y noche. Vamos a pedirle al nuevo Govern eliminar el tope legal que limita el recargo municipal", ha destacado Valls. El teniente de alcalde ha afeado al resto de grupos que, cuando el PSC presentó esta medida hace nueve meses, "no prosperó", pero que sí que lo haya hecho ahora después de haber sido propuesto por ERC.

El incremento de la recaudación que conlleva la subida de la tasa turística, de unos 20 millones de euros, servirá para financiar el uso intensivo de algunos servicios públicos, como la limpieza, la seguridad o el transporte, y para apostar por espacios de gran afluencia.

PP y Vox, en contra

"Esta medida tiene un fin puramente recaudatorio y sigue las políticas de Ada Colau de criminalizar y penalizar el turismo. Con los recursos actuales ya se puede gestionar el turismo, pero no se están mejorando los servicios públicos", ha denunciado la concejala del PP, Àngels Esteller.

Por su parte, el presidente del grupo municipal de Vox en Barcelona, Gonzalo de Oro Pulido, ha criticado que esta tasa "no reporta nada a los barceloneses, establecimientos y turistas": "Insistimos en eximir de este pago, al menos, a los españoles que vienen a visitar Barcelona", ha exigido.

Alianza internacional de ciudades

El pleno también ha acordado impulsar una alianza internacional de ciudades que promueva un turismo "responsable y sostenible", a propuesta del grupo de ERC. La proposición ha salido adelante con los votos a favor de PSC, Junts, ERC y BComú, mientras que PP y Vox han votado en contra. 

La propuesta busca crear una alianza de ciudades que trabaje para hacer frente a los principales retos vinculados a la actividad turística y que intercambie "experiencias y políticas públicas". Entre los retos que plantean se encuentran la capacidad de carga turística, la fiscalidad turística o la ocupación intensiva del espacio público. El teniente de alcaldía de Turismo, Jordi Valls, ha admitido "el impacto social" del fenómeno, pero ha pedido "no culpabilizarle".

La propuesta de los republicanos también busca hacer frente a otras problemáticas vinculadas al turismo, como el impacto de éste en el precio y el acceso a la vivienda, el impacto ambiental y la huella de carbono de éste o la gestión de los espacios de gran afluencia de las ciudades. La iniciativa propone reorientar la estrategia en las políticas de promoción turística y su adaptación "a las necesidades del siglo XXI", la digitalización, la coordinación interadministrativa, la gestión de la masificación y la hipermovilidad global.

Restricciones a grupos turísticos en Ciutat Vella

El alcalde ha anunciado que el consistorio prorrogará cuatro años menos las restricciones a los grupos de turistas en el distrito de Ciutat Vella, que les limita a un máximo de 20 personas. Ha asegurado que el gobierno municipal tiene la voluntad de extender a otros puntos de la ciudad la medida en el marco del plan de los Espacios de Gran Afluencia (EGA).

Asimismo, ha detallado que entre enero y junio de este año se han detectado más de 3.800 grupos en el distrito, de los que 114 cometieron algún incumplimiento de la normativa. El alcalde ha defendido que se trata de una medida adoptada para "gestionar los efectos no deseados" del turismo masificado.