Cada vez está más claro que, a pesar de que no haya habido una confirmación oficial por ninguna de las dos partes, Ben Affleck y Jennifer Lopez han roto su matrimonio y cada cual está rehaciendo su vida centrándose en sus respectivas carreras. En el caso del actor y director, se acaba de comprar una casa para poder vivir ya separado de la artista de Nueva York.
Tal y como han dado a conocer a través del portal de noticias TMZ, el protagonista de Perdida, El contable o Pearl Harbor acaba de cerrar el pago de un depósito de garantía por una mansión en Pacific Palisades, un conocido y exclusivo barrio residencial a las afueras de Los Ángeles, entre las montañas de Santa Mónica y el océano Pacífico, de 20,5 millones de dólares, muy cerca de los 19 millones de euros.
Para el citado medio esta adquisición de Affleck prácticamente marca el final de su matrimonio con Lopez, ya que la extraordinaria propiedad cuenta con cinco dormitorios y seis cuartos de baño, amén de una casa para invitados.
Por si fuera poco, la multimillonaria casa posee distintos comedores para el desayuno y el almuerzo y la cena, una sala familiar independiente, una oficina, varios vestidores, una sala multimedia con proyector, entre otras prestaciones.
Mientras tanto, según detallan desde el mismo portal, Jennifer Lopez se encuentra todavía buscando casa propia, toda vez que ambos siguen intentando vender la casa conyugal que adquirieron en Beverly Hills y que llevan queriendo vender desde junio, si bien al no haber interesados cercanos, la pusieron a la venta de manera oficial el pasado 11 de julio por 68 millones de dólares —62,75 millones de euros—.
Dicho precio se ajusta a lo que pagaron por ella en 2023, alrededor de los 61 millones de dólares, a lo que hay que sumar el impuesto a las mansiones que tiene la ciudad de Los Ángeles, las comisiones de las empresas inmobiliarias que trabajan en su venta y a los diversos gastos en reformas que gastaron.
Según una fuente, la propiedad no es del gusto de Jennifer para quedársela para ella sola dado que la considera "demasiado grande" para vivir con sus hijos.
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