El pico de calor llega este martes a Barcelona con temperaturas previstas que podrían superar durante el día los 34 °C. Por este motivo, el Ayuntamiento de Barcelona ha activado la Fase de Alerta diurna del Pla Calor. También se ha cambiado de fase de alerta a emergencia por noches tórridas.
Este pico de calor se añade a la persistencia de noches tórridas de los últimos días y que se prevé que todavía se alarguen unos días más. Por ello, el Departamento de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB), en coordinación con el servicio de Protección Civil municipal y en colaboración con Cruz Roja, ha activado un operativo específico en la vía pública, para informar a personas en situación de vulnerabilidad sobre los refugios climáticos y para repartir material preventivo como gorras y cantimploras de agua.
Noches tórridas: fase de emergencia
Esta nueva alerta se añade a la Emergencia Calor Intensa por noches tórridas del Plan Calor que se mantiene activa, pasando este martes de alerta a emergencia, y que fue activada el 18 y el 23 de julio. Esta fase se activa cuando las temperaturas se contemplan por encima de los 28 grados durante la noche.
La activación de esta fase, que tiene en cuenta las temperaturas entre las 24 y las 6 horas de la noche, mantiene en situación de alerta al Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) por si es necesario realizar alguna intervención específica o algún traslado puntual de personas.
¿Cómo combatir el calor?
El CUESB, como refugio Climático, habilitará una sala de espera con climatología de confort y fuente de agua para personas. Además, si es necesario ampliará este espacio, realizará desplazamientos a domicilio para realizar valoraciones de riesgo.
Aparte de las actuaciones previstas en la fase de alerta, se propondrá el traslado a centros habilitados como refugios climáticos para aquellas personas que lo puedan requerir. Estos son equipamientos pueden ser interiores, como centros cívicos, museos o bibliotecas, donde la temperatura recomendada es de 26 grados, o exteriores como parques, patios de escuela e interiores de islas. Estos espacios tienen un denominador común: tienen sombra, espacios de estancia, son accesibles y disponen de un punto de agua.
Precisamente, el consistorio ha ampliado un 51,28% el número de refugios climáticos de la ciudad, que pasan de 234 en 2023 a 354 para este año, lo que se traduce en un incremento de 120 espacios más para que los ciudadanos puedan resguardarse del calor. El plan se puso en marcha el 15 de junio y estará activado hasta el 15 de septiembre.
Con esta ampliación, el gobierno municipal asegura que el 98% de los barceloneses dispone de un refugio climático "a menos de diez minutos de casa" y el 68% "a menos de cinco minutos de casa", según ha explicó la primera teniente de alcaldía de Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda, Laia Bonet, en la presentación del plan.
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