El subdirector del FBI, Paul Abatte, y el director en funciones del Servicio Secreto, Ronald Rowe, jr,, han explicado este martes que el autor del atentado contra Donald Trump en Pittsburgh (Pensilvania) el pasado 13 de julio hizo volar durante 11 minutos un dron sobre las instalaciones del mitin antes de disparar ocho veces contra el expresidente.
Según Abatte, el joven atacante tenía armas porque practicaba tiro deportivo y compró la munición de camino al lugar del mitin.
En torno a las 15.40 horas "usó (el dron) para el reconocimiento del terreno. Estaba haciendo un streaming en vivo para ver cómo estaba dispuesto el escenario", ha asegurado el vicepresidente del FBI. El dron fue posteriormente localizado en su vehículo.
Fallos en la localización del sospechoso
Los responsables del Servicio Secreto y del FBI han confirmado que antes de las cinco de la tarde el joven fue identificado como sospechoso por agentes locales y se le hizo una foto, pero aun así pudo acceder al edificio desde cuyo tejado disparó al expresidente Trump.
Una hora después el servicio secreto ordenó su localización, y 25 minutos antes de los disparos se inició su búsqueda. En torno a las 18 horas, un agente secreto subió al tejado, vio al tirador. e informó de que llevaba un arma, a los 30 segundos de eso el atacante disparó ocho rondas de tiros contra el expresidente.
El responsable de los servicios secretos ha reconocido lentitud en la comunicación en la cadena de mando de la presencia de un sospechoso, lo que retrasó la búsqueda y permitió que durante 90 minutos el atacante estuviera apostado en el tejado desde el que disparó. Ronald Rowe Jr ha asegurado que se revisará el protocolo de identificación de sospechosos para garantizar la seguridad de futuros eventos políticos.
A preguntas de los senadores, que intentan hacer reconocer a los convocados que hubo fallos en la seguridad del mitin, ambos han asegurado que la próxima convención demócrata en Chicago estará convenientemente vigilada.
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