La negociación bilateral entre ERC y PSC para dotar a Cataluña de un concierto fiscal es un paso "incuestionable" en la "federalización del sistema autonómico". Así lo entiende el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en el balance de final de curso celebrado este miércoles en Moncloa se ha mostrado a favor de que el Gobierno negocie "bilateralmente" con las comunidades, además de hacerlo de forma "multilateral" en lo referido al sistema de financiación autonómica. Así ha defendido una vez más el preacuerdo para dotar de una financiación singular a Cataluña, aunque sin aclarar si esta comunidad saldría del régimen común de financiación. "Es un magnífico preacuerdo, que defiendo con pasión porque es bueno para Cataluña y para España", ha apuntado.

No ha dado detalles, pero tampoco ha rehusado del concepto de concierto económico del que habla ERC. De hecho, ha tildado al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de "visionario" al abrirse a discutir un concierto económico para Cataluña en el año 2016 que ahora, en cambio, ve como "un golpe de Estado fiscal". Con todo, para referirse directamente al preacuerdo ha aludido en todo al término de financiación singular para Cataluña, evitando así el de concierto económico o 'cupo' al estilo de Euskadi y Navarra que le reprochan desde su propio partido.

Sin embargo, hace escasas semanas la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, insistía en que no estaba a favor de un "concierto económico" para Cataluña, una cuestión que en privado tampoco se contemplaba en Moncloa. 

También ha justificado el preacuerdo entre ERC y PSC como una fórmula para evitar al repetición electoral en Cataluña. De hecho, uno de los pilares a los que ha aludido durante su balance ha sido el de la "convivencia y la paz social". Al respecto, ha defendido que su Administración heredó en 2018 una "crisis territorial" que "quebró" la convivencia en lo referido a Cataluña y que durante su mandato se han dado "pasos decisivos" y "valientes" para resolver la crisis. 

"La oposición dice que todos son golpes de Estado y ha ocurrido lo contrario a lo que vaticinaron", ha plasmado Sánchez, que ha defendido que su Ejecutivo haya propiciado el "diálogo con respeto y voluntad" para alcanzar acuerdos. "No pretendo decir que con esto el problema esté resuelto. Necesitamos tiempo, empeño, voluntad de llegar acuerdos y diálogo", ha señalado el presidente, que se ha comprometido a que en 2028 Cataluña y España estarán "mejor" que en 2024.

Para ello, espera que ahora los partidos catalanes "hagan una lectura" de cuál es el mandato que han dado los ciudadanos en Cataluña y se desbloquee la investidura del socialista Salvador Illa, para lo necesita que las bases de ERC avalen el preacuerdo este viernes. Además de no referirse directamente un concierto catalán, Sánchez tampoco se ha pronunciado sobre si el Gobierno se abriría a pactar un eventual referéndum de independencia en Cataluña cuando los periodistas le han preguntado al respecto. 

Y respecto al principal acuerdo que alcanzó con los partidos independentistas para su investidura, que era la aprobación de la ley de amnistía, ha pronosticado que todas las comunidades que van a recurrir ante el Tribunal Constitucional esta ley van a "perder" este recurso. Este es el caso de las autonomías que gobierna el PP como Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia y Comunidad Valenciana, además de Castilla-La Mancha, con el socialista Emiliano García-Page al frente.