A Ramón de Jesús Cardona le duele la cabeza y se marea cada vez que intenta dar un paso. Este colombiano de 43 años está así desde que la madrugada del pasado lunes sufrió "una brutal paliza" a manos de un vigilante en la estación de metro de Puerta del Sur cuando intentaba coger el ascensor para acompañar a un amigo, otro colombiano de 27 años, que iba "ebrio", según ha denunciado en la comisaría de la Policía Nacional de Leganés (donde vive).
El agredido asegura que el vigilante les increpó y no les dejaba subir. Luego, sin motivo, cuando Ramón intentaba sostener a su amigo, "comenzaron los golpes", sobre todo en cabeza y espalda.
"De repente, el vigilante se irritó y comenzó a pegarle y a patearle, sin que ellos hicieran nada", asegura una testigo. "Le pegaba porque era extranjero", concluye mientras asegura que otros vigilantes que se concentraron le decían que "lo dejara". Poco después se personó la Policía Nacional y el Samur, que trasladó a Ramón al hospital de Alcorcón.
Versiones distintas
Pero la versión del empleado de seguridad (que también ha denunciado los hechos en la comisaría de Alcorcón) es muy diferente. Según figura en la denuncia, los usuarios "le empujaron y pegaron un puñetazo" cuando intentó impedir que accedieran a las instalaciones del metro en estado de embriaguez.
El vigilante asegura que cuatro personas se abalanzaron contra él, aunque los testigos no lo ratifican. Mientras, Metro de Madrid ha confirmado que el vigilante sigue prestando servicio.
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