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La empleada de un lavadero de coches testifica que King llevó a limpiar su vehículo lleno de "manchas rojas"

Durante la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Málaga, la testigo explicó que ese mes se presentó un hombre en el establecimiento que pidió una limpieza del interior del vehículo a excepción del maletero, y que presentaba muchas manchas de color rojo en los asientos trasero y del copiloto, y en la alfombrilla.

El cliente, al que reconoció como el acusado durante la vista oral, le comentó que "había abierto una botella de tinta roja y había explotado dentro del coche". Debido a las manchas que tenía el vehículo, efectuó un tipo de lavado especial en el que empleó siete horas, pero al terminar se dio cuenta de que aún desprendía mal olor, pero "no sabía el motivo", dijo.

Gracias a la aplicación de un reactivo, que permite hallar rastros de sangre aunque hayan sido lavados, se comprobó que había tales restos en el coche

Tras la detención de King el 18 de septiembre de 2003, la Policía intervino su vehículo, en el que durante la inspección ocular se encontraron varias manchas, tanto en el habitáculo como en el maletero. Gracias a la aplicación de un reactivo, que permite hallar rastros de sangre aunque hayan sido lavados, se comprobó que había tales restos, sobre todo en el asiento trasero, que estaba "empapado", declaró un agente de Policía Científica.

Además, se hallaron productos de limpieza como dos envases de quitamanchas, uno de ellos específico para sangre, y un cepillo de raíces.

El abogado de la acusación particular, José María Garzón, manifestó a los periodistas que tanto la declaración de la empleada del lavadero como el informe pericial son "pruebas fundamentales" y que revelan que había "sangre en abundancia" en el vehículo de King.

Sin pasar por una rueda de reconocimiento

El letrado defensor, Javier Saavedra, mostró su malestar por que la testigo haya señalado a King sin pasar por una rueda de reconocimiento que le plantee alguna duda.

También restó importancia al comportamiento del acusado durante la sesión, en la que se enfrentó al compañero sentimental de su ex mujer, Cecilia Matilde King, mientras declaraba sobre las sospechas por las que ella lo denunció ante la Policía, y dijo que es la actitud normal de una persona que se enfrenta a 34 años de cárcel.

Su ex mujer le denunció después de leer en un diario británico que el asesino de Sonia Carabantes era el mismo que el de Rocío Wanninkhof

Cecilia y su pareja contactaron con la Policía española el 12 de septiembre de 2003 tras conocer a través de un diario en inglés la coincidencia del perfil genético hallado en los escenarios de las muertes de las jóvenes Sonia Carabantes en Coín, y de Rocío Wanninkhof en Mijas, con cuatro años de diferencia.

Este hecho se unió al comentario de una amiga inglesa de Cecilia que había visto tiempo atrás en un programa de televisión sobre sucesos de su país que buscaban a King por un delito sexual.

Además, el compañero de Cecilia vio que King presentaba un vendaje en la mano, arañazos en una pierna y brazos, que atribuyó a un accidente de tráfico del que ofreció dos versiones distintas, cuando fue a recoger a su hija a casa de su ex mujer pocos días después de la desaparición de Sonia.

La madrugada del 14 de agosto de 2003, el procesado fue visto en la Feria de Coín por una amiga de María Luisa Gallego -pareja de King en el momento de su detención-, testigo que confirmó en el juicio que él estaba solo en la caseta de la juventud, a la que esa noche acudió Sonia con sus amigas.

Los policías citados negaron que King fuese maltratado y careciese de letrado durante la primera declaración que prestó tras su detención

Los policías citados negaron que King fuese maltratado y careciese de letrado durante la primera declaración que prestó tras su detención, de la que ayer se retractó el procesado tras asegurar que fue "torturado en todo momento", y recordaron que existen fotografías de las heridas que tenía el acusado antes de su arresto.

El entonces comisario provincial de Policía, Florentino Villabona, afirmó que creyó que para King hablar fue "una descarga de lo que había hecho". A la salida del juicio, la madre de Sonia, Encarnación Guzmán, señaló a los periodistas que cada vez está "más convencida de que el culpable es él" y admitió haber sentido "un poco de odio" hacia el procesado cuando se enfrentó a uno de los testigos, lo que en su opinión demuestra que "es una persona muy violenta".

El juicio se reanudará el próximo lunes a las 10.00 horas con la declaración de guardias civiles en calidad de testigos y de varios peritos.

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