Y entonces, Almodóvar volvió a los Goya...

Decía Penélope Cruz antes de la gala: "Echo de menos a Pedro Almodóvar". La nueva ausencia del director manchego en una gala de los Goya volvía a ser noticia, sobre todo después de que su última película, Los abrazos rotos, sólo se llevará 5 nominaciones sin incluir las de mejor película o mejor director. La distancia entre Almodóvar y la Academia del Cine español se engordaba aún más después de que el realizador la abandonara en 2005. Pero la reconciliación es un hecho.

Eran casi las doce y media de la noche y en la gala de los Goya 2010 sólo quedaba por entregar el premio a la mejor película. Andreu Buenafuente y Rosa María Sarda hacían de las suyas en el escenario y entonces dieron paso a la gran sorpresa de la noche. Pedro Almodóvar saludaba ante el asombro de todos los presentes. Nadie esperaba su presencia, muy bien escondida por la organización. Si Celda 211, la gran triunfadora de la noche, puede tener un pero a la velada, es por el hecho de que el director manchego le haya quitado cierto protagonismo.

"Dicen que los Goya y su público tienen fama de ser fríos: habéis demostrado que no lo sois en absoluto", dijo tras escuchar la ovación más cerrada de la noche. Dedicó un discurso casi de ganador. Hasta el público se puso en pie para recibirle y aplaudir su reconciliación con la Academia.

"Tenéis un presidente (Álex de la Iglesia) muy pesado y me ha insistido hasta hace dos días para que viniera", empezó Almodóvar. "Yo tenía mis peros, pero él me dijo 'hacemos como si fuera una cosa de espionaje' y me han llevado a un hotel de enfrente", donde ha estado "escondido".

"Yo le dije a Álex que estaba nominado al mejor guión y me dijo: 'Pedro no lo vas a ganar, se lo va a llevar Ágora'", comentó despertando las risas de todos. Eso sí, no faltó su petición para que le nominaran y le dieran más premios. El cine español merece que en su gran fiesta esté presente uno de los grandes.