Internacional

Barack Obama se reúne con el Dalai Lama pese a las protestas del Gobierno chino

El líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, realiza unas declaraciones ante la prensa.
MICHAEL REYNOLDS / EFE

El presidente de EE UU, Barack Obama, se ha reunido este jueves en la Casa Blanca con el líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, en un encuentro que ha suscitado las duras críticas de Pekín. La reunión se ha realizado a puerta cerrada en la Sala de Mapas  sin la presencia de los medios y por espacio de cerca de una hora. A su término, el Dalai Lama se declaró "muy contento" porque le Obama expresó su "apoyo".

Aunque tradicionalmente todos los presidentes estadounidenses se han reunido con el Dalai Lama, ninguno lo ha hecho en el Despacho Oval, un honor que se reserva a los jefes de Estado y de Gobierno. Tradicionalmente, esas reuniones se han celebrado siempre a puerta cerrada, con la excepción de 2007, cuando el presidente George W. Bush entregó al premio Nobel de la Paz la Medalla del Congreso.

En un comunicado distribuido tras el encuentro, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, aseguró que el presidente estadounidense y el líder espiritual trataron sobre los derechos de los tibetanos y el diálogo con el Gobierno chino, entre otros asuntos. Obama, explicó el portavoz, "subrayó que ha alentado constantemente a ambas partes a implicarse en un diálogo directo para resolver sus diferencias y le complació oír el reciente reinicio de esas conversaciones".

El presidente y el Dalai Lama "se mostraron de acuerdo en la importancia de una relación positiva y de cooperación entre EE UU y China", agregó el comunicado. Asimismo, Obama "subrayó su firme apoyo a la conservación de la especial identidad religiosa, cultural y lingüística de Tibet y la protección de los derechos humanos tibetanos en la República Popular China".

Tensiones con China

La Casa Blanca ha puntualizado que Obama se ha reunido con el Dalai Lama como "un líder religioso y portavoz de los derechos tibetanos respetado internacionalmente". El protocolo de la reunión ha buscado respetar las tradiciones de reuniones presidenciales anteriores con el líder espiritual tibetano y evitar la ira de Pekín, que había pedido a Obama que cancelara el encuentro.

El cita se celebra en momentos en los que las relaciones entre EE UU y China atraviesan por un periodo de tensión debido a la venta de armas por valor de 6.400 millones de dólares de EE UU a Taiwán, por la cotización del yuan y denuncias de ciberataques chinos a empresas estadounidenses.

China considera al Dalai Lama, que defiende la autonomía tibetana pero no reclama la independencia, como un líder separatista y ha advertido a Washington de que la reunión perjudicará las relaciones bilaterales.

Obama ya aplazó la reunión con el líder espiritual en octubre, la última ocasión en que el Dalai Lama visitó Washington, para no causar tensiones en las relaciones con China antes de su visita de Estado a Pekín en noviembre pasado.

El enviado especial del Dalai Lama en EE UU, Lodi Gayari, aseguró que el hecho de que "la reunión tenga lugar ya es algo importante en sí mismo".

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