El temblor de tierra, que duró entre diez y quince minutos, destruyó casi por completo los pueblos de Tonban, Gurian, Gurzin y Jaledein. La mayor parte del petróleo que exporta Irán sale de esta zona del país aunque, por el momento, la actividad en la refinería del puerto no se ha visto afectada. El emplazamiento del país en una zona de placas tectónicas hace que en la historia de Irán sea habitual este tipo de movimientos sísmicos. El más trágico se produjo en 1978 y causó unas 15.000 víctimas mortales.