Declara que mató a su ex novia vestido de 'ninja' porque una voz se lo ordenó

El hombre que presuntamente apuñaló y mató a su ex novia en abril de 2007 en el madrileño Paseo de Extremadura, vestido de 'ninja', ha declarado este jueves en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid que ese día oyó voces que le ordenaron coger un cuchillo y e ir a atacar a la víctima.

El acusado, Jorge S.F., que ha dicho que conoció a la víctima en una fundación de salud mental en la que ambos seguían tratamiento, se enfrenta a trece años de prisión e internamiento en un centro psiquiátrico de acuerdo con la petición del fiscal y de la abogacía del Estado, personada como acusación popular.

Por su lado, la acusación particular pide veinte años de prisión por el delito de asesinato y dos más por coacciones y amenazas. Los padres de la víctima, Itziar H.C, que tenía 26 años de edad, han recordado en la Audiencia Provincial que ésta les había comentado en alguna ocasión que el acusado era "un pesado" que "no la dejaba en paz" y que la llamaba continuamente y a altas horas de la noche.

Jorge S.F. ha manifestado que mantuvo una relación sentimental con ella durante cuatro meses y que para tener unas mejores relaciones sexuales dejó de tomar la medicación que seguía para su trastorno de esquizofrenia paranoide. Asimismo, ha añadido que no sabía que ella tenía un nuevo novio y creía que cuando le llamaba pesado era "en plan de broma", pero que se enfadó cuando no le quiso presentar a sus amigas.

Jorge S.F. ha reconocido que compró un traje negro de artes marciales y que el 16 de abril de 2007 se vistió con él dentro de unos grandes almacenes para después ir a buscar a la víctima tal y como le ordenaron "unas voces".

Vestido completamente de negro, incluido un pasamontañas, con guantes de látex y un cuchillo de cocina de 11 centímetros, esperó a la joven enfrente de la casa donde vivía con sus padres, según el relato del fiscal y ésta, al verle, corrió hacia el Paseo de Extremadura.

Entonces, el acusado agarró a la víctima por el cuello y le asestó diversas puñaladas en el hemitórax derecho que determinaron su muerte. El procesado, que se encuentra en prisión provisional, ha asegurado que su objetivo "no era hacerle daño" y que no sabía lo que hacía cuando la acuchilló, sino que se le "cruzaron los cables".

Sin embargo, los policías que le detuvieron en el lugar del suceso y algunos testigos que vieron la escena han manifestado en la vista oral que el acusado se encontraba "tranquilo" y que repitió en varias ocasiones: "no me va a pasar nada porque estoy loco".