El miércoles por la tarde acudió con su esposa al retén de la Guardia Civil requerido por los agentes. «Esperábamos que fuera el indulto», contó ayer a 20 minutos su mujer. Pero no lo era.
Para sorpresa de toda la familia, fue detenido y trasladado al juzgado. A última hora de la tarde ingresaba en el penal de Fontcalent para cumplir
DÍAS
de condena por un robo cuando era toxicómano
una condena de cuatro años y dos meses.
«Es una injusticia», se lamentaba ayer su familia, que teme por la salud de Juan, actualmente de baja, y por cómo afectará esto a los dos hijos de la pareja, uno de ellos deportista de élite. «Somos una familia unida que hemos luchado mucho por salir adelante, dejar el mundo de las drogas y educar bien a nuestros hijos, pero nos impiden dejar atrás el pasado», contaba su esposa, quien no va a abandonar. Ayer obtuvo el compromiso del alcalde de elevar el asunto al pleno municipal y retomará la campaña de firmas para el indulto.
«Se llevaron un televisor y joyas»
La familia de Juan achaca a un «error de juventud» el asalto a una vivienda. «Era una casa vacía. Se llevaron joyas y una tele por valor de 80.000 pesetas. Luego lo pagamos». Han pasado 13 años y ha logrado rehacer su vida. «Ahora es oficial estucador». De hecho, su jefe ha ayudado a pagar al abogado.
En junio de 2003 un juez decretó su ingreso en la cárcel. Salió un mes después a la espera de indulto tras presentar 5.000 firmas. Ahora quieren que pase cuatro años en Fontcalent para rehabilitarlo.
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