El libro 'Los alcaides del Alcázar de Sevilla', realizado por la cordobesa Ana Gloria Márquez Redondo, que se ha presentado este jueves en el Real Alcázar de la ciudad hispalense con la presencia del alcaide del Patronato del Real Alcázar de Sevilla y la Casa Consistorial, Antonio Rodríguez Galindo, y el director del conjunto palaciego, Antonio Balón, ofrece un recorrido por las personalidades de los directores y conservadores de la historia del conjunto histórico desde el conde-duque de Olivares hasta la actualidad, pasando por los duques de Alba o Romero Murube.
La investigación de Ana Gloria Márquez recoge las personalidades de alcaides y tenientes de alcaide "tan diversos como el ambicioso conde-duque de Olivares, el dominante Francisco de Bruna y el aventurero Juan Downie", según ha informado el Patronato del Real Alcázar a Europa Press. "La obra en todo momento subraya la importancia del monumento", ha expresado.
Por otro lado, ha explicado que el alcaide del Alcázar representa "el que está al frente de éste", si se tiene en cuenta su significado etimológico, evocando mando militar, defensa y administración. Así, ha recordado que el Real Alcázar de Sevilla fue en tiempos pasados un extenso y complejo conjunto urbano, que percibía cuantiosas rentas para su mantenimiento. Su alcaide era, por entonces, la tercera figura del Cabildo Municipal. Ha continuado afirmando que durante siglos el cargo recayó en miembros de la nobleza como los conde de Olivares, quienes lo incorporaron a su patrimonio y el conde-duque lo reforzó sobremanera.
Por su parte, según ha indicado, los duques de Alba, los herederos, ostentaron el cargo de manera "más honorífica que efectiva". Durante el siglo XIX "mermó mucho el conjunto y se abolió prácticamente el cargo", ha apuntado Márquez Redondo, doctora en Historia por la Universidad de Sevilla.
Así, ha subrayado que la verdadera revolución llega al Alcázar en 1931 cuando el Gobierno Provisional de la República entrega el conjunto en propiedad al Ayuntamiento de Sevilla, sucediéndose desde entonces una larga lista de competentes directores-conservadores municipales, encabezada por Alfonso Lasso de la Vega, durante el periodo de 1931 a 1934, Joaquín Romero Murube, desde el año 34 hasta 1969. Por otro lado, ha añadido que con la democracia el Alcázar desarrolla variadas actividades culturales, abiertas a la ciudad y se recupera la figura del alcaide.
Márquez Redondo suma este título a los anteriormente publicados como 'Sevilla ciudad y corte', con el que obtuvo el Premio Ciudad de Sevilla de Investigación, y 'El Ayuntamiento de Sevilla en el siglo XVIII'. Actualmente trabaja en un estudio sobre 'El Cabildo secular de Lima: oficios y perfil institucional'.
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