Fin de la pesadilla. El complejo y audaz rescate de los 33 mineros chilenos comenzó este miércoles y culminó en la madrugada del jueves en medio de una gran expectación internacional. Mil millones de personas siguieron en directo el operativo, gracias al cual todos los trabajadores que permanecían atrapados desde el 5 de agosto salieron a la superficie con vida.

"Buena suerte y tráiganos a los mineros de regreso". Con esta frase que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, dedicó al primer socorrista que descendió hasta el lugar donde estaban los mineros daba comienzo el largo proceso que terminó, 24 horas después, cuando el propio mandatario puso la tapa al conducto por el que previamente habían salido 33 mineros y los seis miembros del equipo de rescate.

El primero en salir fue Florencio Ávalos, que se abrazó emocionado a su familia. Esta escena se repitió como un bucle cada vez que un minero veía la luz. Todos volvieron a la superficie en la cápsula Fénix 2 (bautizada así por el mítico ave que resurgió de sus cenizas) ataviados con cascos, unas gafas de sol especiales y unos cinturones a modo de arnés que controlaban sus funciones vitales.

Aunque el plazo en principio era de 48 horas, el operativo se desarrolló sin contratiempos y los mineros salieron en 22 horas y media. El último trabajador en salir, el jefe Luis Urzúa, se abrazaba al presidente Piñera a las 02.56 de la madrugada. "Todos los 33 mineros rescatados, incluyendo el último, están en perfecto estado", dijo el mandatario. El himno cantado de Chile sirvió de celebración.

Después, salieron los socorristas. El último fue Manuel González, el primer rescatador que entró al hoyo para ayudar a los mineros. A su salida le expresó al presidente de Chile su deseo de que "algo así no vuelva a suceder".

Escenas de júbilo

Sonrisas, lágrimas, abrazos, besos... Todo eran escenas de júbilo y alegría en los alrededores de la mina. Al pie del cañón, recibiendo con abrazos a todos los mineros, estuvo el presidente de Chile, Sebastián Piñera. El único sin casco, sonriente y siempre acompañado de su esposa Cecilia, tuvo palabras de bienvenida para todos los atrapados. Hasta San José también se desplazó el presidente de Bolivia, Evo Morales, ya que entre los mineros atrapados se encontraba un boliviano, Carlos Mamani.

El yacimiento San José probablemente no volverá a operar porque a los problemas financieros y legales que afrontan sus propietarios hay que añadir que Piñera ha anunciado ya la instalación en ese lugar de un memorial en recuerdo de las víctimas de los accidentes mineros. El presidente también se ha comprometido a promover una nueva regulación de la seguridad laboral en el país y a llevar a cabo una revisión del  accidente de la mina. "Esto (en referencia al accidente que dejó sepultados a los mineros durante 70 días ) no quedará impune", dijo.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que los mineros rescatados están en buenas condiciones sanitarias, aunque algunos necesitan cirugía dental y uno de ellos tiene neumonía, y confirmó que serán hospitalizados al menos dos días en Copiapó.

Ahora Chile celebra en las calles de ciudades y pueblos el feliz desenlace de un drama que ha mantenido en vilo al país durante más de dos meses.