Sharón sigue muy grave, pero estable

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, continúa "muy grave pero estable", tras la operación a que fue sometido ayer, informó hoy la portavoz del Hospital Universitario Hadasa de Jerusalén, Bosem Levy. Sharón superó ayer la operación a la que fue sometido tras un agravamiento de su estado de salud debido a complicaciones digestivas. Sharón perdió parte de su intestino durante la operación en la que los médicos intentaron desbloquear las arterias que nutren de sangre a su aparato digestivo.
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Su vida no corre peligro en este momento
Preguntada por los periodistas, la portavoz afirmó que "su vida no corre peligro en este momento".

Sharón fue intervenido de urgencia debido al bloqueo del flujo sanguíneo en el intestino grueso, y los médicos le extrajeron 50 centímetros de ese órgano, un tercio de su extensión.

La portavoz indicó que Sharón sigue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos y aún no ha sido trasladado a su habitación en el Servicio de Neurocirugía, donde permanecía en estado de inconsciencia desde hace cinco semanas.

El director del hospital, Shlomo Mor-Iosef, destacó ayer al concluir la intervención, que "lo más importante -en relación con la gravedad de su estado- no es el estómago sino el hecho de que no despierta de su letargo".

No llegaba sangre al estómago

Los médicos de Sharón descubrieron ayer por la mañana que no llegaba sangre al estómago del dirigente israelí. El primer ministro fue sometido entonces a una

nueva tomografía computerizada en la que sus médicos se percataron de que su aparato digestivo sufre daños graves y en estos momentos está siendo intervenido quirúrgicamente.

Los partes médicos del hospital Hadasa, donde se halla ingresado desde el pasado 4 de enero, afirman desde hace aproximadamente cuatro semanas que el estado de Sharón "es grave pero estable".

Los médicos ordenaron la semana pasada alimentar al primer ministro israelí por medio de una sonda que le introdujeron en su estómago.

El jefe del Gobierno israelí llegó al hospital cuando estaba bajo los efectos de una hemorragia cerebral masiva y fue intervenido tres veces para estabilizar su estado y detener el aumento de la presión sanguínea desencadenada por el derrame.

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