Internacional

Berlusconi, un superviviente de la política italiana durante 16 años

Berlusconi, durante la moción de censura en el Parlamento.
EFE

Tras protagonizar la vida política italiana durante los últimos dieciséis años, Silvio Berlusconi, apodado 'Il Cavaliere', respira algo más tranquilo después de que la Cámara de los Diputados haya rechazado la moción de censura contra su Gobierno.

La victoria por tan sólo tres votos le deja como vencedor pero no tendrá fácil la tarea de gobernar después de que su ex aliado Gianfranco Fini haya retirado la confianza al Gobierno que ayudó a construir.

Hijo de un banquero de clase media Silvio Berlusconi es, además, uno de los hombres más ricos de Italia y cabeza visible de un imperio que abarca canales de televisión privada, una editorial y un equipo de fútbol, entre otros valores.

Su brillante carrera como empresario no ha estado exenta de polémica por su implicación en diferentes escándalos financieros y por sus enfrentamientos con el poder judicial italiano. Berlusconi tiene actualmente pendientes dos procesos penales: el caso Mills, por una supuesta corrupción al abogado inglés David Mills, y el caso Mediaset, por posible fraude fiscal.

Meteórica carrera

Nacido en Milán el 29 de septiembre de 1936, casado en dos ocasiones y padre de cinco hijos, comenzó su meteórica carrera con apenas 25 años. Dio el salto a la televisión y a mediados de los ochenta ya contaba con tres canales privados (Italia1, Rete 4 y Canale 5) que acabaron con el monopolio de la televisión pública italiana RAI.

Su poder se extendió en aquella época con la compra del club de fútbol Milan AC, y del grupo editorial Mondadori, valores que agregó al conglomerado Fininvest. Culminado su proyecto empresarial y con la escena política italiana devastada tras el azote de la operación anti-corrupción Manos Limpias, Berlusconi preparó su salto a la política a finales de 1993 con la creación de Forza Italia, un partido apoyado en consignas populistas y en sus dotes como comunicador.

Sus habilidades como vendedor publicitario sedujeron al electorado en marzo de 1994 y Forza Italia se convirtió en el partido más votado en aquellas elecciones, aunque el primer mandato de Silvio Berlusconi duró poco.

En diciembre de ese mismo año, su hasta entonces aliado, Umberto Bossi, líder de la federalista Liga Norte, retiró su apoyo a la coalición de Gobierno y propició la dimisión de 'Il Cavaliere'. Desde las filas de la oposición, Berlusconi preparó su regreso al poder mientras aumentaba la presión de los jueces contra su imperio.

El triunfo en las elecciones de 2001 le puso de nuevo al frente del país con la coalición conservadora Casa de las Libertades, con la que gobernó durante cinco años. La victoria del centro izquierda en 2006 no alejó, sin embargo, a Il Cavaliere del poder, al que volvió tan sólo dos años después con una nueva formación, Pueblo de la Libertad.

Unión y roces con Fini

Una unión nacida de la alianza entre Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini, hasta entonces líder del partido posfascista Alianza Nacional. Gobernando en coalición con la Liga Norte, las desavenencias entre ambos líderes han sido constantes en el último año y han debilitado a Silvio Berlusconi. Fuera del hemiciclo, los escándalos tampoco han ayudado a mantener en pie a Il Cavaliere.

En 2009, el que muchos han bautizado como su "annus horribilis", tuvo que hacer frente a la pérdida de su inmunidad judicial después de que el Tribunal Constitucional invalidase el conocido como "Lodo Alfano", la ley que garantizaba la inmunidad a los cuatro altos cargos del Gobierno.

A sus cuentas pendientes con la justicia se sumaron su polémica amistad con la joven Noemi Letizia que le costó la petición de divorcio de su segunda mujer, Verónica Lario. La agresión que sufrió en Milán a finales del año pasado, cuando un perturbado le lanzó una reproducción en miniatura del Duomo de la ciudad, no hizo sino anticipar los problemas a los que tendría que hacer frente en 2010.

En los últimos meses, la supuesta presencia de una joven marroquí menor de edad en sus fiestas privadas volvió a poner en apuros a Il Cavaliere. Una situación delicada y de aislamiento la que atravesaba Berlusconi ante la unión de la derecha de Fini con los democristianos y la izquierda a la hora de votar por su derrocamiento. Sin embargo, sólo tres votos han salvado al veterano mandatario

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