La demanda de ayuda social se dispara en Barcelona

Crece la pobreza y el número de familias que demandan ayuda. Càritas de Barcelona ha asistido hasta el 30 de noviembre de este año a 55.000 personas, más del doble que en 2007. Y prevé que al finalizar el presente 2010 se superen los 56.000, un 10% más que en 2009, cuando 51.372 necesitados les reclamaron apoyo.

La organización presentó el miércoles el balance de actividades de 2010, un año "muy difícil", según el director de Càritas, Jordi Roglá, porque a la crisis económica y al paro se han unido los impagos en viviendas. Así, Roglá afirmó que buena parte de los nuevos necesitados son personas desempleadas que, al no poder afrontar la hipoteca o al pago de un alquiler, se han quedado sin hogar.

"Están aumentando las familias que se ven obligadas a vivir en habitaciones realquiladas o que tienen que ser acogidas por algún familiar o amigos", argumentó el director de la entidad, para quien las principales víctimas de esta doble crisis son los niños. "Estas familias viven apiladas en una habitación y algunas han de pagar para ir al baño, hacer turnos para usar la cocina y dar vueltas por la calle con el cochecito del bebé si la criatura llora para no molestar a los otros inquilinos del piso", lamentó la responsable de gestión social y programas de Càritas, Mercè Darnell.

Según datos de la memoria de la organización, sólo el 54% de las personas atendidas en 2010 viven en una casa de propiedad o de alquiler. El resto lo hacen en habitaciones arrendadas, acogidos en la vivienda de algún familiar o amigo o, sencillamente, no tienen techo en el que cobijarse.

Recurren más españoles

Este año también ha crecido el número de necesitados que han recurrido por primera vez a Càritas. Ha sido el 32% del total. Entre ellos, según Darnell, "pequeños autónomos, familias jóvenes y con niños que hasta hace poco tenían una situación resuelta". El 55% de las personas que han sido ayudadas tenían menos de 35 años.

Igualmente, el número de personas nacidas en España que se han acercado a la entidad para solicitar ayuda ha aumentado un 5% respecto al año pasado –tradicionalmente, el colectivo de inmigrantes era el que más subía– y ya suponen un 36% del total. El resto proceden de América Central y Sudamérica (26%), Magreb (25%) y África Subsahariana (7%).

Por otra parte, las previsiones para 2011 no llaman al optimismo. Roglà aseguró que la crisis será "larga y dura" y que el año que viene "será peor por la congelación de las pensiones, el aumento del IVA y la desaparición de la prestación de los 426 euros". También solicitó a los gobiernos que no se "acomoden" ni permitan que todo "recaiga sobre las familias y las ONG".

La mayoría de personas que se acercaron a Càritas pidieron un trabajo, ya que el 65% de los solicitantes se encontraba en paro. El resto tenían contractos precarios (11%), trabajaban en la economía sumergida (7%) o en casa, estudiaban o eran pensionistas. En 2010, la organización ha entregado 1.900.000 euros en ayudas económicas en metálico a las familias. El 62% eran para gastos relacionados con la vivienda y el 23%, para alimentos.