Granada

Una investigación de la UGR concluye que el bilingüismo mejora la atención y la memoria

El proyecto 'Procesos de Atención y memoria en la selección de idiomas en bilingües y traductores', coordinado por los profesores Teresa Bajo Molina y Pedro Macizo Soria, de la Universidad de Granada, ha demostrado que el bilingüismo es beneficioso porque "mejora las capacidades atencionales y entrena la memoria", es decir, "que saber dos idiomas tiene ventajas más allá de la evidente facilidad para comunicarse".

En una nota, Andalucía Innova indica que Bajo Molina y su equipo han llegado a esta conclusión a través de una serie de experimentos realizados con personas bilingües en español y en inglés, "entendiendo por bilingüismo el conocimiento alto de dos idiomas y su uso frecuente; es decir, no es necesario haber crecido con las dos lenguas a la vez", aclara la investigadora.

Diferentes grupos de bilingües, de entre 16 y 24 personas, han participado en los experimentos y han realizado una serie de pruebas en que se mide el tiempo de respuesta y la actividad eléctrica cerebral. Así, sus resultados muestran que una persona bilingüe activa los dos idiomas a la vez incluso en situaciones en que necesita sólo uno.

"Esta activación, unas veces supone una ventaja y otras una dificultad", añade. En el caso de las palabras cognadas (palabras que se parecen mucho en los dos idiomas y representan lo mismo), como 'piano', se activan los dos idiomas y la identificación del dibujo es mucho más rápida que para un monolingüe. Sin embargo, para palabras homógrafas (que se escriben igual pero no significan lo mismo), como 'pie' (en inglés, pastel), "se activan los dos conceptos a la vez creando interferencias y la persona tiene que seleccionar, con lo que el tiempo de respuesta es mayor", explica la profesora Bajo.

Para resolver el conflicto entre los dos idiomas que se activan y que la persona pueda seleccionar el que es apropiado, es necesaria la actuación de un mecanismo atencional que implica la parte prefrontal del cerebro y que inhibe aquel término que en el contexto no es apropiado demostrando que se puede ignorar información interna.

En este punto, el grupo de investigación de la profesora Bajo introduce el análisis de los traductores simultáneos. "En el caso de un intérprete no se puede inhibir uno de los dos idiomas sino que los tiene que mantener activos al mismo tiempo porque escucha en uno y habla en otro. Los traductores consiguen mantenerlos activos a pesar de que supone mucho esfuerzo cognitivo, afirma.

Esto significa que el cerebro puede actuar de forma diferente a como lo haría de forma natural dependiendo de la práctica a la que se ve expuesto, es decir, "el cerebro se adapta, es plástico", asegura Bajo, que añade que "un intérprete también usa el mecanismo de memoria de trabajo (la que te permite mantener activa información para realizar una tarea) de forma más eficaz".

"Tras todas estas pruebas, hemos demostrado que el cerebro puede responder de forma diferente con entrenamiento y el aprendizaje de otro idioma es, de algún modo, un entrenamiento. Ser bilingüe tiene más ventajas", insiste. Así, señala que el bilingüe usa mecanismos atencionales mucho más que los que no lo son; es capaz de manejar mejor situaciones de selección, de toma de decisiones; y se concentra más fácilmente.

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