Los surfistas protestan para que no les dejen sin las olas
Después de reunirse con ambas administraciones durante los últimos dos años y de que éstos «nos den largas», según la portavoz de la ACS, Sílva Pérez, unos 300 surfistas pasaron ayer a la acción en la playa de la Barceloneta, escribiendo con sus cuerpos la palabra SOS en la arena y uniendo con sus tablas los dos espigones que hacen que el Bogatell sea la única playa de Barcelona donde se puede hacer surf.
Si finalmente no son escuchados, no les quedará otro remedio que irse a surfear a Montgat o a Sitges y dejar Barcelona sin uno de los elementos deportivos de su fachada marítima.
Proponen utilizar sacos de arena
Los surfistas han contratado un estudio que demuestra que si los espigones se modifican añadiendo sacos de arena de 40 a 300 toneladas en vez de hacerlo con tierra y hormigón permitirán que las olas puedan ser surfeadas. La forma tendría que ser diferente: en vez de un muro debería tener una forma curva para permitir que la ola fuera rompiendo progresivamente. La asociación pide que estos cambios se hagan en dos espigones.