OPINIÓN

El ojo en los jóvenes

Jóvenes estudiantes universitarios.
Jóvenes estudiantes universitarios.
GOBIERNO DE ARAGÓN - Archivo
Jóvenes estudiantes universitarios.

Se olvida con sorprendente rapidez qué significaba ser joven, de manera tan rotunda que ni los jóvenes son capaces de ver qué queda en nosotros de esa época, ni los adultos comprendemos la extraña mutación que la juventud se ha empeñado en experimentar desde que nosotros lo fuimos: los jóvenes estorban a los mayores casi tanto como los mayores les estorbamos a ellos, si bien unos lo manifiestan con desdén y arrogancia, y otros con poder y prepotencia. Nada nuevo, por otro lado, pero qué desesperante, qué poco productiva esa tácita lucha entre generaciones y miradas, eternizada en gustos, intereses y prioridades.

La Unión Europea ha publicado el Informe sobre las Ideas de la Juventud, en el marco de la Conferencia para el Futuro de Europa. Ese informe recoge las 20 ideas más populares y que más preocupan a los jóvenes entre 16 y 30 años, y que las han discutido de manera presencial o virtual en el Encuentro de la Juventud Europea o EYE2021.

Para mi tristeza, este informe no muestra un gran interés por la cultura, por no decir ninguno; es posible que lo compensen con el peso que le dan a la educación, el multilingüismo y las medidas que piden para los investigadores, es posible que a esa edad tengan tan asociados los libros, las series, los conciertos o las exposiciones a la inversión de empresas privadas que no lo hayan mencionado. No deja de resultar llamativo el que uno de los grandes patrimonios, material e inmaterial de Europa, el que asegura nuestra civilización y forma de vida y que genera una riqueza considerable no merezca una mención propia.

Que no reconozcamos en ellos nuestra huella y nuestro contacto resulta una particular forma de ceguera

Pero hay muchos otros puntos interesantes que muestran que existe una continuidad con algunas de las políticas de los adultos, entre ellas, el apoyo incuestionable a la igualdad: la de las personas LGTBQ+, o la acogida de refugiados. La ciberseguridad, y un uso más razonable y menos dañino de las redes sociales. Revelan, como era previsible, una preocupación reiterada por el reciclaje, la sostenibilidad y la preservación del mundo: algo que ya se encontraba en el ADN de la la generación anterior, pero que no supimos defender por falta de fuerza, o por una conciencia mucho menos de nuestro peso social y de nuestra voz.

Me encuentro a menudo con jóvenes que no pertenecen a mi familia, chicos y chicas que encajan o se apartan de los tópicos, de orígenes muy diversos. Algunos me caen mejor, otros me parecen insoportables: eso no es, por otra parte, patrimonio de los jóvenes: estudian con los sistemas que creímos mejor para ellos, opinan porque les hemos educado para tener ideas propias, son materialistas y prácticos porque eso hemos potenciado, son empáticos, tiernos y vulnerables porque así les hemos enseñado a ser. Que no reconozcamos en ellos nuestra huella y nuestro contacto resulta una particular forma de ceguera. Que no escuchemos su voz, ingenua, fuerte, limpia e idealista, supone una lamentable manera de volvernos viejos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento