Fernando Alonso ha sumado cuatro puntos más este fin de semana en Francia al acabar 8º en una carrera en la que no fue fácil entrar en los puntos. Que se lo cuenten a los pilotos de Ferrari, cuya estrategia la debe hacer (permítaseme el chiste) Álvaro Morata: lo más probable es que falle.

Verstappen y Red Bull retratan los nervios de Hamilton y Mercedes; Alonso se asienta con un 8º puesto

El asturiano ya parece haber superado sus dificultades con los compuestos duros de Pirelli, hasta el punto de que en Paul Ricard llegó a echarlos de menos en la primera parte de la carrera. Buenas peleas, buenas defensas... Sin ser una actuación de sobresaliente, sí se puede decir que fue de aprobado alto.

De todo lo que pasó en su participación en la cita francesa, me quedo con dos cosas: su salida, en la que sólo la defensa de Charles Leclerc le evitó engancharse al tren de arriba, y su actitud en la radio. Cuando vio que quizá era bueno ir a dos paradas, no dudó en advertirlo.

"Todo el mundo está sufriendo. Pensad en ello", advirtió por la radio. Los ingenieros estudiaron su petición, por si eventualmente era mejor ir a dos paradas (así lo hizo Red Bull con Max Verstappen), pero finalmente decidieron no hacerlo.

Más allá de si fuera acertado o no (posiblemente no, dado que el compuesto duro les funcionó razonablemente bien como para arriesgarse a dos paradas), lo que se trasluce de esta conversación es que Alonso es mucho más que un piloto. 

El asturiano es un relativamente recién llegado al equipo y ya se permite el lujo de proponer cambios estratégicos. Otros con más tiempo en sus estructuras, como Valtteri Bottas, no reciben esa atención. "La próxima vez que diga que es una carrera a dos paradas, me hacéis caso", se quejó el finlandés. De cómo se dejó comer la tostada por Pérez con una bochornosa pasada de frenada ya... tal.

Lo más importante para Alonso es que ya ha recuperado la confianza. Ir por delante de Esteban Ocon, a quien tiene a cinco puntos por detrás, le da gasolina extra para lo que queda de campaña. Hay pilotos que nacieron para mandar, y el caso del piloto español es evidente.