Según los datos que la Agencia Tributaria tiene del IRPF de 2019, el último ejercicio disponible, más de ocho millones de trabajadores ingresan menos de mil euros brutos al mes. Cuatro millones y medio más son mileuristas una vez descontadas todas las retenciones.

En España, hay 21 millones de contribuyentes que declaran ingresos de origen laboral. Entre los que ingresan menos de 1.000 euros brutos al mes y los mileuristas, nos vamos a más del 50% del total de personas que declaran ingresos por sus actividades laborales que, o bien son mileuristas o no llegan a los mil euros brutos al mes.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España terminó el 2021 con una inflación interanual del 6,5%. ¿Cuánto subieron los salarios? Según el Ministerio de Trabajo, subieron una media del 1,47%. Es decir, que, sin salir de casa, la inflación ya nos habría pellizcado el 5% del sueldo. Una barbaridad. Y, encima, por si no fuera poco, según los sindicatos mayoritarios, se cuentan por millones los que tienen el sueldo congelado. ¿Hablamos de lo que supone para los pensionistas una inflación interanual del 6,5%?

Volvamos a los datos del INE: la carne de pollo, que es la más consumida en España junto con la de cerdo, subió un 6,5%, los huevos un 6,2%, las legumbres un 8%, el pan un 3,8%, la leche un 4,5%... ¿sigo? Pues, sí, sigo, y lo hago con la OCU: un hogar con tarifa regulada de electricidad pagó un 41% más que el 2020.

Esta es la realidad, y ya podemos estar todas las semanas hablando del sexo de los ángeles. Cada vez hay más familias que tienen auténticas dificultades para llegar a fin de mes.

Hoy, el Fondo Monetario Internacional ha corregido sus pronósticos iniciales, como es tradicional en ese organismo, y ahora dice que los precios no frenarán su subida hasta el 2023 y que España crecerá menos de lo previsto por el gobierno. Es mejor que vuelvan a equivocarse.