Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Sánchez no es nuestro Churchill

Churchill, protegido por un casco militar, en 1940.
Churchill, protegido por un casco militar, en 1940.
Library of Congress
Churchill, protegido por un casco militar, en 1940.

Entre mayo y junio de 1940, Winston Churchill pronunció tres discursos que tuvieron una enorme influencia en la sociedad británica, preparándola para enfrentarse a una guerra dura y prolongada. Fueron intervenciones breves, la más larga de no más de media hora, salpicadas de expresiones que se harían famosas, como "sangre, sudor y lágrimas" o "nunca nos rendiremos". Sin su firmeza, don de palabras y brillante oratoria, el Reino Unido lo hubiera tenido mucho más difícil para resistir en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial

"Es evidente que la capacidad de comunicación de Pedro Sánchez no es la de Churchill"

En gran medida hoy podemos decir que frente al Covid-19 estamos librando una guerra, porque esta pandemia ha cambiado por completo nuestras vidas y colapsado la economía. Pero es evidente que la capacidad de comunicación de Pedro Sánchez no es la de Churchill, aunque al anunciar el estado de alarma el 13 de marzo lograra acuñar la contundente frase "haremos todo lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta", de la que este sábado se sirvió de nuevo en su larga comparecencia televisiva.

El presidente habló casi una hora, a la que luego se añadieron 30 minutos de preguntas enlatadas, pero sin anunciar nada nuevo ni aclarar hasta cuándo el confinamiento iba a prolongarse. Infundir fortaleza, confianza y agradecimiento es muy necesario en estos momentos tan angustiosos y ahí Sánchez estuvo bien, pero debería medir mejor los tiempos y la frecuencia de sus intervenciones. Estas solo son útiles si sirven para comunicar y justificar graves decisiones o para trasladar un mensaje claro y conciso a toda la población. No hizo ni lo uno ni lo otro. Particularmente, sorprende que desperdiciara la ocasión para anticipar el anuncio que hizo la mañana del domingo a los presidentes autonómicos de que el Gobierno va a proponer este miércoles al Congreso extender 15 días más el decreto del estado de alarma.

"La próxima vez muchos ciudadanos no sabrán si vale la pena escucharle"

¿Qué sentido tenía hablar la noche del sábado, sin la elocuencia de los grandes oradores, para no transmitir lo que solo horas después iba a hacerse público y tener que volverlo a explicar en otra comparecencia ante los medios? Con esa contradictoria forma de comunicar la próxima vez muchos ciudadanos no sabrán si vale la pena escucharle. Definitivamente, Sánchez no es nuestro Churchill.

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