Os confieso algo. Yo soy de esos tipos que se han puesto la bandera de la Unión Europea en el perfil de Twitter. Lo he hecho en parte porque me siento muy orgulloso de Europa y en parte para reafirmarme frente a la legión de cenizos y de tertulianos de sofá que se dedican a despotricar de la Unión como si esta fuera una pandilla de mercaderes y politicastros que se reúne de vez en cuando en Bruselas para malmeterse en nuestras vidas.

Venga, vamos a dejarnos de discursos simplones propios de los populismos y nacionalismos de la Rúe del Percebe que tanto predicamento están teniendo. Más allá de que haya algún que otro eurócrata con mala baba, el hecho objetivo y muy poco discutible es que la Unión Europea es el artefacto político que más prosperidad, bienestar y paz ha proporcionado al continente en sus últimos cinco siglos de historia.

"La UE es el artefacto político que más prosperidad, bienestar y paz ha proporcionado al continente en sus últimos cinco siglos"

Pero Europa no se defiende solo desde los despachos de Bruselas o de Estrasburgo donde se deciden las directivas y las leyes, sino desde cada país, cada ciudad y cada barrio de esta comunidad. No sé si lo sabes, pero tú también eres Europa y tienes la responsabilidad de defenderla.

Por eso, toca arremangarse, discutir y debatir sobre la Europa que queremos para nuestros hijos.

¿Cómo? Como quiero ser práctico, te hago una sugerencia. Participa en la Conferencia sobre el futuro de Europa que se celebrará en mayo mandando tus propuestas y sintiéndote parte de su construcción.

Y no lo olvides: Europa es como ese anuncio de Hacienda de 1978 que nos invitaba a pagar nuestros impuestos porque Hacienda somos todos: Europa también somos todos. Y hoy, con el sociópata del Kremlin amenazando nuestra manera de vivir, será también en el futuro aquello que decidamos entre todos los europeos.