Comentaba con una compañera, mientras tomábamos un café, el poco pudor del PP. Un poco después, un diputado del PP, se dirigía a la Secretaria de Estado de Energía diciéndole que "son unos chapuceros". Este es el nivel de la derecha de este país. Todos (y digo bien, todos) utilizan los mismos recursos, a falta de argumentos consistentes que eleven el nivel del debate de presupuestos, tan interesante como trascendental en estos momentos. Unos presupuestos, cuyo objetivo es la recuperación económica de nuestro país, tras el despliegue de un escudo social cuyos resultados, según la EPA, nos indican una recuperación de todos los indicadores del mercado laboral.

El Gobierno, ha combatido la crisis derivada de la pandemia, desplegando un conjunto de políticas que han puesto en el centro a la ciudadanía. Mecanismos de protección social que, junto con el plan de vacunación, han permitido al mercado laboral comenzar a recuperase. Y esto no le gusta a la derecha, de ahí su necesidad de transmitir que todo va mal, frente a las tesis de los distintos organismos internacionales, que avalan la acción del Gobierno.

"Los presupuestos son ahora aún más importantes porque permitirán, planificar y canalizar los Fondos Europeos, asociados al Plan de Recuperación del nuestro país"

Los presupuestos son ahora aún más importantes porque permitirán, planificar y canalizar los Fondos Europeos, asociados al Plan de Recuperación del nuestro país. Un Plan aprobado por el ECOFIN con la máxima calificación por parte de la Comisión Europea. Hablamos de 140.000 millones de € para responder de forma integral a las necesidades del país. Este volumen de recursos nunca gustó a la derecha, por eso se empeñaron en que no llegaran. Afortunadamente nadie les escuchó.

La transición ecológica es uno de los ejes vertebradores del Plan de Recuperación que supone, una transformación necesaria de nuestro modelo productivo y para ello, por primera vez, las políticas de reto demográfico se concretan en un presupuesto: Un impacto de más de 4.000 millones de euros para la vertebración territorial, que apuesta por un modelo económico, social y ambientalmente más justo. Esto tampoco le gusta a la derecha y califica de "presupuestos de la ruina" a los de mayor gasto social de la historia y con más de 10.000 millones de euros en políticas ambientales para consolidar la recuperación justa y avanzar en la descarbonización.

Una derecha que habla de “clases medias y bajas” denota poca empatía con las clases populares de este país. Una derecha sin memoria a la que vamos a recordar cada hachazo que dieron, cuando gobernaban, al Estado de Bienestar y a las aspiraciones de las clases populares. Pero, que no se nos olvide, ayudaron de forma muy generosa a la banca, a las clases privilegiadas y a las grandes corporaciones que vieron crecer sus beneficios de forma exponencial.

Hoy, esa misma derecha, pide al Gobierno lo contrario de lo que hizo, ya que crearon el impuesto de generación eléctrica y el "impuesto al sol", destruyendo empleo y el liderazgo de nuestro país en renovables. Subieron el IVA de la luz al 21%. Ahora no apoyan la bajada al 10%, ni el detraer beneficios a las compañías eléctricas para abaratar el recibo. La derecha de la burbuja inmobiliaria, de la desprotección y privatización del litoral, del fracking, la que penalizó el autoconsumo , es la que dice al Gobierno que “la transición ecológica le viene grande” y alude a "su ley del clima" como solución, esa ley que nunca salió del cajón. Seamos serios Señorías.

La derecha se empeña en compararnos con Alemania, ya podrían seguir su ejemplo desde el punto de vista de la memoria democrática. "No saben de lo que hablan", nosotras a lo nuestro.