Pedro Sánchez ha confirmado el divorcio: solo un año y medio después de poner en marcha a bombo y platillo el Ministerio de Ciencia y Universidades, el presidente da un paso atrás y separa ambas carteras.

Los rectores universitarios (CRUE) y las alianzas científicas más importantes del país (COSCE, FACME, SOMMa) han calificado la decisión de "error" y de "retroceso estratégico". Incluso el recién nombrado ministro de Universidades, Manuel Castells, ha sido tajante: "No estoy de acuerdo, pero es lo que hay". ¿Por qué se hace entonces?

El 70% de la investigación científica se realiza en las universidades, según la CRUE. Es allí donde los investigadores nos formamos y donde arranca el "círculo virtuoso del conocimiento", el que conecta los centros públicos y privados con la industria para que las mejoras tecnológicas (comunicaciones, seguridad), sanitarias (vacunas, nanomáquinas) o ambientales (energía, residuos) lleguen a los hogares y las empresas.

En Ciudadanos creemos que impulsar la innovación, despertar la vocación investigadora de hombres y mujeres, es el único modelo de futuro capaz de crear empleo de calidad y de hacer que la sociedad prospere. Por eso, nuestros gobiernos autonómicos (Madrid, Andalucía, Castilla y León y Murcia) han colocado en primer plano ciencia, universidades, innovación y emprendimiento.

Es inaceptable que el único gesto nacional a favor del I+D+i se desmantele ahora solo para repartir sillones. De nuevo, la ciencia es una actriz de figuración usada como propaganda en campaña electoral. No podemos seguir retrocediendo mientras los demás avanzan. La ciencia y las universidades deben ir de la mano para que España sea un país de vanguardia. l