OPINIÓN

Basta de burlarse de Madrid

Madrileños en el paseo del Prado.
Madrileños en el paseo del Prado.
Jorge París
Madrileños en el paseo del Prado.

¿Qué leches pasa con Madrid? Cualquier excusa es buena para atacar a la Comunidad que más aporta al presupuesto y que también es la que menos recibe. Cuando empezó la era coronavírica se nos tachó de irresponsables por llevarnos la Covid-19 a toda España. Al parecer, en la capital todos tenemos segundas residencias en la playita... Lo que sí tenemos es un montón de gente de otras provincias estudiando y trabajando que, en cuanto le vio las orejas al lobo, se fue a su ciudad. Desde ellas se chotean ahora en redes del perpetuo estado de confinamiento que parece que va a vivir Madrid, como si quedarse en la fase 0 fuera sinónimo de meme y no de seguir sumando muertos.

"Los odiados madrileños no somos ni chulos ni fascistas, o al menos no hay más de esos que en otras provincias"

Las burlas hacia Madrid son de una falta de respeto y solidaridad tremenda, justo lo que no se encontrarán todos los que huyeron cuando vuelvan a buscar trabajo a una capital que siempre ofrece oportunidades (sobre todo a esos que cuentan en los bares de Malasaña que en sus ciudades de origen siempre se sintieron bichos raros). Y es que los odiados madrileños no somos ni chulos ni fascistas, o al menos no hay más de esos que en otras provincias, pero sí tenemos mala suerte con nuestros representantes.

Isabel Díaz Ayuso, entre bocadillos de calamares y shootings estilo la Dolorosa, se está ganando el título de presidenta de la Comunidad más proclive a la desconfianza. Tiene mérito, que el listón de sus antecesores ya estaba alto, aunque es lo que ocurre cuando los políticos se preocupan en exceso por ser héroes. También pasa cuando están preparados para una gestión normalita, pero frente a una verdadera crisis se les ven las costuras. En eso, el panorama nacional está equiparado.

Tenemos políticos que se han ganado los cargos por guapos, tertulianos, feministas o por llevar impresoras al Congreso. Gente que sabe llamar la atención y que no digo yo que con el tiempo tenga los conocimientos para llevar un país, pero por el momento se les está quedando grande. Por el camino nos hemos dejado a políticos con verdaderos conocimientos que parecían mayorcísimos para un país que había que rejuvenecer. Al final, resulta que lo que había que hacer era protegerlo, algo para lo que los mayores, aunque solo sea por experiencia vital, siempre están más preparados.

"Con la familia mejor no verse, aunque una cervecita en una terraza se puede hablar"

Como dicen los titulares, el confinamiento era lo fácil y lo de la desescalada, a la mínima, se puede convertir en descalabro. Para empezar, las necesidades emocionales se han tenido bastante poco en cuenta. Las personas mayores pueden salir, pero para seguir solas como lo están en su casa. Con la familia mejor no verse, aunque una cervecita en una terraza se puede hablar... Proteger no puede significar aislar, justo algo que Madrid nunca hace. Ahora que más lo necesita, no la dejemos sola.

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