Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

La otra pandemia de muerte y terror

Niños y padres depositan flores frente a la escuela en la que trabajaba como profesor Samuel Paty, decapitado por un extremista islámico.
Niños y padres depositan flores frente a la escuela en la que trabajaba como profesor Samuel Paty, decapitado por un extremista islámico.
GTRES
Niños y padres depositan flores frente a la escuela en la que trabajaba como profesor Samuel Paty, decapitado por un extremista islámico.

Samuel Paty, modesto y honrado profesor de Historia en la escuela de la localidad fancesa Conflans Sainte Honorine (Yvelines), explicó el otro día su lección sobre la libertad de los ciudadanos para hablar, escribir o dibujar y seguramente no se imaginó que algún alumno torció el gesto cuando recordó a los terroristas que hacía cinco años habían asaltado a tiros la revista Charlie Hebdo en venganza por haber publicado unas caricaturas de Mahoma, igual que otras veces las había publicado sobre Jesucristo, Yahvé o el Dalai Lama.

Unas horas más tarde, ya en calle, se le acercó un sujeto machete en mano e intenciones siniestras que con un certero golpe le decapitó. Para el fanatismo islamista, que reclama libertad para expresar sus ideas y respetar su creencias, matar a alguien por contar la verdad y sembrar el terror no es pecado. El asesino, un checheno que había encontrado asilo gracias a que en Francia son fundamentales los valores de la solidaridad y la libertad, ha querido agradecer imponiendo su censura y su justicia.

Hace algún tiempo que los yihadistas no comenten atentados como los de Madrid, Londres, Barcelona o Casablanca, pero su odio y propensión a la venganza contra Occidente, no han cambiado. En muchos lugares todos los días hay bárbaros obnubilados que después de recitar las oraciones de rigor en la mezquita, cambian el Corán por un arma ligera, a menudo doméstica, y salen a la calle dispuestos a matar a quien se cruce en su camino. El coronavirus está haciéndonos olvidar esa otra pandemia de enfermos dogmáticos que habita entre nosotros y para la que la razón no encuentra vacuna.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento