Pilar Orduña Responsable de acción humanitaria de Oxfam Intermón
OPINIÓN

Huracanes de desigualdad

Vecinos de la colonia Nuevo San Juan en La Lima, Honduras, regresan a sus casas para comenzar la limpieza de los desastres que dejó a su paso el huracán Iota.
Vecinos de Honduras vuelven a sus casas para limpiar los desastres del huracán Iota.
JOSÉ VALLE / EFE
Vecinos de la colonia Nuevo San Juan en La Lima, Honduras, regresan a sus casas para comenzar la limpieza de los desastres que dejó a su paso el huracán Iota.

En los últimos años el incremento de la temperatura de los océanos ha intensificado las tormentas tropicales. Este año volvemos a ser testigos de ello: en menos de dos semanas Centroamérica ha sufrido el impacto de dos potentes huracanes, Eta e Iota, que han dejado a su paso más de siete millones de personas sin nada. La región no se veía tan duramente golpeada por un fenómeno de este tipo desde el paso del huracán Mitch, en 1998.

El impacto ha sido devastador. Esta zona ya sufría graves sequías, desnutrición y este año la crisis sanitaria y económica sin precedentes que ha provocado la pandemia. Se teme un aumento de contagios como consecuencia del paso de los huracanes y el hacinamiento en albergues.

"Los países más empobrecidos, a pesar de ser los que menos contribuyen al cambio climático, son los que más lo sufren"

Honduras, Guatemala, Nicaragua, y El Salvador son los países que más han sufrido. Las zonas más golpeadas son territorios de poblaciones indígenas, zonas rurales destinadas a cultivos de subsistencia. Las inundaciones han destruido la infraestructura y los medios de vida de las personas dedicadas a la agricultura. Millones de personas han perdido todo lo que tenían.

Pero, además de la destrucción, Eta e Iota también dejarán graves secuelas para la desigualdad y la pobreza. De nuevo, quienes más sufren son las poblaciones que menor acceso tenían a recursos. Es contradictorio que los países más empobrecidos, a pesar de ser los que menos contribuyen al cambio climático, sean quienes más sufren sus consecuencias. Y es sumamente injusto.

Este año 2020 nos ha puesto de manifiesto la necesidad imperante de replantear nuestro sistema para poner a la vida, a los cuidados, a las personas y al planeta en el centro. Solo así podremos acabar con la pobreza y la desigualdad.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento