OPINIÓN

El Rubius y los 'youtubers' terribles

El Rubius, en un vídeo reciente.
El Rubius, en un vídeo reciente.
ELRUBIUSOMG
El Rubius, en un vídeo reciente.

El Rubius, el primer youtuber que aquí lo petó a lo loco, ha abierto un debate que no sabía que estaba entre los jóvenes. Resulta que somos víctimas del Estado por estar pagando impuestos y deberíamos hacer una mudanza andorrana como la suya y la de sus colegas. Tras la horda de críticas, el chico ha lanzado un comunicado para acallarlas, que más bien ha conseguido el efecto contrario. No ha ayudado que fuera con la pena por delante por ser famoso, ni lo de echarle la culpa a los periodistas que le tienen envidia...

Para mí, la historia se justificaba con lo de que el chico es joven, va de enfant terrible, y no tiene claro cómo funciona el mundo, pero resulta que tiene treinta palos. Es un adulto enviando un mensaje erróneo a chavales muy jóvenes, el público de sus canales. Lo primero que me pregunto es por qué estos youtubers han conseguido tanta influencia en los jóvenes que hemos acabado dedicándoles columnas. 

Los hay más interesantes, pero la mayoría echan partidas de videojuegos en línea, cuentan la parte más superficial de sus vidas y publican libros que no han escrito. Sorprende lo muchísimo que se infantilizan, mostrándose como chicos que aún van los findes al Burger cuando son ya señores.

Me da que eso habla de que vivimos una época en la que se sueña y se premia la vida sin responsabilidades como pagar impuestos. También una en la que los referentes tienen que parecerse a su audiencia. En el serión que Scorsese le ha hecho a Fran Lebowitz, la escritora reflexiona sobre por qué la gente ahora pasa de otros puntos de vista y se busca en los libros que lee; si no tienes la sensación de que habla de ti y como tú, difícil que pases de los primeros capítulos. Un síntoma más del devenir narcisista de la sociedad que hace que los jóvenes desoigan a los mayores tachándolos de "pollavieja" (me lo llamarán en los comentarios de esta columna, fijo).  

Y ahora voy con la lanza a favor. El escarnio contra estos youtubers terribles igual está un pelín pasado, sobre todo porque en este país la picaresca es tradición. Lo de "Hacienda nos roba" lo oyes desde pequeño, igual que lo de "esto te lo pago en B o nada" o "la reforma del baño en metálico y sin IVA". Los ricos se llevan su economía sumergida a Andorra y la clase obrera la mete debajo del colchón.

Algo estarán haciendo mal los que mandan si los jóvenes creen que los impuestos solo sirven para robarte la mitad de tu sueldo. O igual es que el modelo se ha agotado y, tristemente, toca pasar a otro menos colectivo. Los jóvenes del futuro aspirarán a sentarse delante de un ordenador con un montón de gente en línea, pero sin que nadie los vea de verdad, hasta ganar montañas de dinero que no tendrán tiempo ni gente con la que gastarlo... ¿He dicho los del futuro?

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