Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Independentistas sin independencia

Aragonès tras ser investido presidente: "Visca Catalunya lliure"
Aragonès tras ser investido presidente: "Visca Catalunya lliure".
Europa Press
Aragonès tras ser investido presidente: "Visca Catalunya lliure"

Tarde y mal, pero finalmente ERC y Junts acordaron volver a gobernar juntos. Aunque recelan mucho el uno del otro, abandonaron un camino que les llevaba a nuevas elecciones, lo que hubiera supuesto su ruptura definitiva y abierto una nueva etapa sin la matraca del procés. Ninguno de los dos podía permitírselo, ambos temían enfadar a su electorado y las consecuencias de volver a medirse en las urnas. Junts hubiera acabado seguramente fuera del poder, pero ERC tampoco habría salido indemne del choque en beneficio del PSC. 

Por eso, Pere Aragonès fue elegido sin entusiasmo alguno, pero con los votos de los tres partidos independentistas, 11.º president de la Generalitat, y no el centésimo trigésimo segundo (132.º), como insiste la propaganda nacionalista, que ha establecido una continuidad desde 1359 en un nuevo invento de la tradición. La Generalitat medieval recaudaba impuestos para las arcas reales, estaba presidida por un eclesiástico y poco más. Nada que ver con la institución actual. Lo más triste es que no pocos medios, incluidos algunos no independentistas, repiten esa fantasía.

Simbología aparte, la presidencia de Aragonès será autonomista. Pese a que sus primeras palabras en el Parlament fueron para anunciar que pretende culminar la independencia, fue retórica vacía. Todos saben que de la mesa de diálogo con el Gobierno español no obtendrán la amnistía ni la autodeterminación, pese a lo cual no cometerán ni una ridícula de desobediencia como la que protagonizó Quim Torra cuando retó a la justicia por una tonta pancarta. 

Este martes habrá un nuevo Govern formado por independentistas, pero sin hoja de ruta para la independencia. En cuanto al reparto de consejerías, básicamente lo que hay es un intercambiado de papeles, aunque choca que, junto a algunas promesas izquierdistas que se sustentan en el pacto de ERC con la CUP, el 60% del presupuesto vaya a estar en manos de perfiles liberales.

Y, en paralelo, extraña y confusa es la situación que se vive dentro de Junts. Aunque Jordi Sànchez ha logrado dominar la negociación y humillar durante 90 días a Aragonès, hay abierta una lucha interna que lleva a algunas figuras a descartarse con excusas poco creíbles para formar parte del nuevo Govern.

Tras la renuncia de algunos fieles a Carles Puigdemont como Elsa Artadi o Josep Rius, no se sabe quién será en las próximas horas el elegido para el cargo de vicepresidente. Entre tanto, el fichaje de un independiente como Jaume Giró, ex director general de la Fundación La Caixa para ocuparse de la consejería de Economía, añade más misterio a la dinámica interna de un partido que puede convertirse en la principal fuente de inestabilidad tanto del Govern de Aragonès como del independentismo. l

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