Cuando la prioridad son las personas

El 1 de junio de 2018 pasará a los libros de Historia como el día en que la democracia venció a la corrupción. La moción de censura ponía punto y final a la mayor trama de corruptela de España en democracia. Una trama orquestada por un partido disoluto, el Partido Popular, y sustentada por un Gobierno, el de Mariano Rajoy, que llegó a hacer de las instituciones del Estado las cómplices necesarias para encubrir el saqueo de los dirigentes populares.

Recuerdo el silencio de los días previos a la sentencia de la Gürtel. Era el silencio de la mirada gacha y el rechinar de dientes. El silencio de la vergüenza. La que sentíamos todos aquellos que, quizás, no llevamos la rojigualda en la muñeca, pero creemos que nuestro país y, sobre todo, los españoles y españolas se merecen, nos merecemos, transparencia, buen gobierno y dignidad.

Si algo ha demostrado Pedro Sánchez 
es que está conectado con la realidad del país y con las necesidades de sus gentes

Y, desde aquel 1 de junio hasta la actualidad, si algo ha demostrado el Gobierno de Pedro Sánchez es que está conectado con la realidad del país y con las necesidades de sus gentes: incremento de las pensiones, las contributivas y no contributivas; también del Salario Mínimo Interprofesional; aprobación del Ingreso Mínimo Vital; mejora de la accesibilidad universal; priorización de la lucha contra la violencia que sufren los niños, niñas y adolescentes. También de la que sufre la mitad de la humanidad, las mujeres. Por cierto, la misma que es capaz de negar la derecha cuando necesita a la ultraderecha para gobernar.

Y todo esto en un contexto de pandemia mundial, en el que a Pedro Sánchez no le ha temblado el pulso a la hora de tomar decisiones. Nunca antes en la historia de nuestro país se había hibernado la economía para proteger la salud de las personas y sostener sus empleos. Medidas económicas y sociales que han permitido construir un escudo social para no dejar a nadie atrás. Algunas de ellas siguen vigentes todavía a día de hoy, como las referentes a la vivienda y sus suministros (9 de agosto) o la prórroga de los ERTE (30 de septiembre).

La única pretensión de los que tuvieron que abandonar la Moncloa por la puerta de atrás es perpetuarse en el poder

Y, es cierto, ahora que el 38% de la población tiene ya una dosis de vacuna administrada, y el 19,4% la pauta completa. Ahora que sabemos que volveremos a leernos los labios y hacemos balance de lo ocurrido, parafraseamos aquel “hemos estado mal, pero menos mal que hemos estado” de la Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, conscientes que mientras el Gobierno de progreso ha priorizado siempre y en todo momento el bienestar de las españolas y los españoles, la única pretensión de los que tuvieron que abandonar la Moncloa por la puerta de atrás es enfrentar a los pueblos de España para perpetuarse en el poder, mientras siguen utilizando sus intereses de clase para enriquecerse a costa de los y las ciudadanas, a costa del bien común. 

No lo olvidemos, son los de la Gürtel y la Kitchen, los de la corrupción, los casados con romper la convivencia de Catalunya con el resto de España. Que no nos enreden con la Plaza de Colón.