No es que a veces la ficción se adelante a la realidad, es que a veces la ficción puede inspirar la realidad. Tanto que el partido político de Volodimir Zelenski se llama como la ficción que le otorgó la popularidad, Servidor del pueblo. Así el presidente de Ucrania extrapoló un conocido éxito televisivo a su propia campaña electoral.

Hábil a la hora de utilizar las técnicas de la pantalla, Zelenski aprovechó la credibilidad de su personaje en una serie familiar para alzarse como presidente de su país. Ahora, convertido en uno de los líderes más conocidos del mundo tras el trágico ataque de Rusia a Ucrania, Telecinco estrena en prime time esta historia. ¿Cómo vender en España una serie tan local?

En las promociones se ha añadido el nombre real del político al título de la producción. Así se despierta más curiosidad en la retina del espectador: 'Zelenski. Servidor del pueblo', recalcan los anuncios que avisan del aterrizaje de este serial en el horario de máxima audiencia de Mediaset. Spots que, en esta ocasión, no cuentan con las habituales voces de continuidad del canal. Es el propio Pedro Piqueras -y su reconocible entonación- el encargado de incidir en esta cita televisiva. De esta manera, se conecta la credibilidad periodística de la cara más destacada de Informativos Telecinco con el estreno de la serie. Incluso se da a la cita un aire de relevancia documental.

Los golpes de comunicación que hacen grande a Zelenski y pequeño a Putin

Aunque Servidor del pueblo no tiene nada que ver con un documental sobre Zelenski. Es una serie que, como mucho, sirve para entender la vida previa como actor de Zelenski antes de llegar al poder y quizá ser infravalorado por la táctica de Putin, por aquello de ser cómico. 

¿Interesará una serie como Servidor del Pueblo en el prime time? Telecinco prueba su apuesta lanzando esta sátira política en Jueves Santo, un día de poca competencia que acostumbra a reposiciones de Ben-Hur. Con esta decisión, el canal intenta aprovechar la alta popularidad de Zelenski en una noche sin rivalidad. Pero la trama de la serie no explica nada de la situación actual de Ucrania. Que nadie se engañe. No es un documental. Es un serial de entretenimiento entrañable. Su valor: cómo la televisión de masas sigue creando referentes más sólidos de los que, a estas alturas, algunos presuponían.