Pilar Perea Concejala de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid
OPINIÓN

CentroCentro, un año sin rumbo

Imagen de CentroCentro, en el Palacio de Cibeles
Imagen de CentroCentro, en el Palacio de Cibeles.
EUROPA PRESS - Archivo
Imagen de CentroCentro, en el Palacio de Cibeles

Parece que asumimos como normal que un espacio de la importancia del centro cultural CentroCentro del Ayuntamiento de Madrid esté sin rumbo desde que se invitara a Soledad Gutiérrez a abandonar su dirección artística allá por noviembre de 2019, ya hace más de un año. Aunque su proyecto cultural fue seleccionado en un concurso público al que concurrieron más de veinte candidaturas y su contrato concluía en diciembre de este 2020, a Gutiérrez se le informó de que al Gobierno de Almeida "no le gustaban mucho" las actividades programadas.

Así las cosas, solo podía elegir entre mantener el puesto, pero sin capacidad de materializar su proyecto; una salida absurda, por no decir indigna, o aceptar un nuevo destino que respetara su extraordinario currículum. A nadie se le escapa que no hay ninguna razón para invalidar ese proyecto para CentroCentro, más allá de los gustos de la delegada del área de Cultura, que despreció a Gutiérrez, su programa y a los que lo eligieron. Recordemos que Levy puso a dedo, sin que mediara curso alguno, a las directoras de Conde Duque, Español y Fernán Gómez, mientras que para CentroCentro sí consideró necesaria la pública concurrencia.

Cultura va haciendo y deshaciendo a su antojo, programando lo que le conviene y comprando exposiciones llave en mano

La explicación es que para el resto de centros sí tenía claro el proyecto, pero no para CentroCentro. Tan ajenas le resultan a la delegada las buenas prácticas en política cultural pública, que ni siquiera es consciente de lo que está diciendo. Asegura que es ella la que decide, pero cuando no sabe muy bien qué hacer, convoca un concurso. Y aquí no ha pasado nada.

Giulietta Zanmatti-Speranza ganó el nuevo concurso para dirigir CentroCentro. No dudamos de su capacitación para el puesto ni de lo idóneo de su proyecto. Nos alegra un relevo a la altura de este espacio, pero no se publica el proyecto ganador... ¿Por qué? Porque no va a ver la luz hasta 2021 y para que no lo reclame nadie, mientras el área de Cultura va haciendo y deshaciendo a su antojo, programando lo que le conviene y comprando exposiciones, llave en mano, a promotores –publicitadas con dinero público– que cobran las entradas a precios no precisamente asequibles ni accesibles para la gente.

Decidir los contenidos de un espacio cultural público no es tarea del área
de Cultura ni de su titular

Decidir los contenidos de un espacio cultural público no es tarea del área de Cultura ni de su titular, ni siquiera teniendo experiencia en gestión cultural –que no es el caso– porque, como bien denuncia el sector cultural a gritos, la programación no puede estar secuestrada por intereses políticos o por decisiones estrictamente personales, algo que se aleja gravemente del bien común que ha de perseguir toda actividad municipal.

El derecho a la cultura debe salvaguardarse por los procedimientos administrativos que garantizan ecuanimidad, profesionalidad, oportunidad y transparencia. No hacerlo así es aprovechar la gestión pública de la cultura para visibilizar una carrera individual. Es tomar decisiones que se basan exclusivamente en intereses particulares que se colocan muy por encima del general.

El alejamiento catastrófico de las buenas prácticas no debe parecernos normal ni debemos asumirlo sin más. Se trata de un código que, de manera insistente, inequívoca y desesperadamente exige el sector a los gestores públicos. Desde el grupo municipal Más Madrid no vamos a dejar de reclamarlo hasta que se instale para siempre, gobierne quien gobierne.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento